Si os digo la verdad, cuando la ví en el cine pensé que mis amigos habían elegido fatal qué ver y nos íbamos a adentrar en una de las peores cintas del director (que suele dar películas maravillosas como Múltiple o mierdones como Señales) y, al menos, no es ni una cosa ni la otra.
En esta película, dada su propuesta cada vez que hay transiciones dinámicas del plano de la cámara nos tensamos enormemente pues nos olemos que al volver el plano puede haber envejecido alguien por años y dar un cambio espeluznante, con los personajes más mayores o en situaciones algo comprometidas temes hasta una posible muerte dado que las cosas transcurren a un ritmo acelerado en esta isla.
Además, el mensaje sobre que hay que valorar el tiempo y vivir el presente está ahí. De un momento a otro, tu juventud se puede esfumar y quedarte solo los recuerdos y el arrepentimiento de no haber vivido tu vida como te habría gustado.

Esto son reflexiones que me ha suscitado la propuesta y libres de spoilers, para daros una idea de qué clase de palos se tocan para daros ganas o no de entrar en la experiencia.
No es de las mejores, y recomiendo otras películas del director como Múltiple o La visita antes que ver esta, pero quizás te resulte una experiencia muy curiosa y hasta interesante.
Por cierto, Alex Wolff está top en esta cinta. Esperemos que le den papeles potentes porque seguro que borda trabajos geniales de aquí en adelante. Tiene mucho más potencial que obras como esta o Jumanji, hasta vimos una película de él como director que salió muy bien.