Aunque durante ese primer tercio de metraje la cosa no pinta nada bien, ya que ni los rijosos títulos de crédito y carta de presentación con campesinos mejicanos, endemoniada (o algo así) y malencarados mastuerzos haciendo de singulares parteros, ni ese grupo de 5 chavales acampado en algún lugar solitario de Texas soltando los tópicos mil veces vistos y comportándose sin gracia alguna, auguran nada mas allá de una de esas películas para canal temático de televisión y/o relleno para la sección de DVD de terror en videoclubs, es coincidir los chavales y los mastuerzos del comienzo ahora convertidos en una banda de demoniacos moteros caníbales, y quizá influido por el recuerdo inmediato de aquella joyita setentera con Peter Fonda y Warren Oates llamada "Carrera con el diablo 1975" (testigos involuntarios de un aquelarre corriendo por su vida en una auto caravana cuando son descubiertos) la cosa cambia, y se convierte en una entretenida y divertida función que haciendo gala de su enjundia (ni es ni pretende ser algo que deje huella en cejijuntos cinéfilos) cumple con creces como una de esos desbarres serie B con los que el sufrido escarbador en polvorientas estanterías de videoclub ( bueno, quizá debería escribir en la Red, pero me resulta mas romántica y evocadora la imagen empleada) supongo quedara más que satisfecho, ya que tenemos rocambolescas y bizarras explicaciones sobre el origen de los moteros demoniacos (no pidan peras al olmo con respecto al guión), su poquito de magia de andar por casa, alguna que otra escena de pasable gore salpicada con desnudos femeninos, dignas escenas de acción para el presupuesto y enjundia de la producción, y especialmente un aguerrido vendedor ambulante de cuchillos llamado Bob, que es todo un hallazgo repartiendo estopa, aguantando como un jabato en las numerosas peleas en las que se enfrasca con los indestructibles por métodos físicos moteros caníbales, y ganándose desde su primera aparición el interés y la simpatía del espectador.

Sigue en spoiler por falta de espacio: