Es reconfortante que se hagan películas como estás aquí en nuestro pais.
Soy fiel defensor del cine patrio; pero echo en falta mucho más riesgo en nuestras propuestas (tantas y tantas películas sobre la Guerra Civil). Y films como este "Camino" son una bocanada de aire fresco.
Es genial que nuestro talento arriesgue, y vaya más allá de lo convencional y tópico. A veces se acertará, pero si no se intenta jamás podremos ganar (o fallar).
Fesser en sus cuarenta primeros minutos de película lo intenta, y falla. Decepciona muchísimo el tratamiento del metraje en su primera parte. Entre infantiloide y sin pretensiones más allá de la provocación vacía.
Pero todo cambia cuando la enfermedad se vuelve grave, y con ella, la interpretación de Nerea Camacho, las relaciones entre personajes, la frontera entre la realidad y la fantasía; en definitiva, un cambio de visión que beneficia muchísimo a la película y el cual Fesser no abandona hasta los créditos finales.
Lo mejor: los torrentes interpretativos de Camacho, Elías y Venancio. El poder visual de Javier Fesser y sus grandes dotes para contar historias.
Lo peor: su inicio. El ratón digital es odioso.