El éxito de la primera parte de Neo y de sus compañeros de "rebelión" aseguraba una continuación de sus andanzas por los mundos virtuales de "matrix" y de las pantallas de cine mundiales.

Tal vez los hermanos Wachowski pensaron que su mensaje no se había entendido demasiado bien, o tal vez vieron un buen filón a explotar adecuadamente. El caso es que en esta segunda parte de mantienen las mismas constantes de la película anterior con prácticamente los mismos personajes que en la primera parte, más alguno añadido, además nos muestran algo más del mundo de la resistencia en la lucha contra las máquinas.

Sin embargo, en esta ocasión, al querer darle un envoltorio marcadamente más filosófico que en la primera parte, el film se diluye entre escenas en las que la verborrea de pretendida filosofía seria se combina con escenas de acción "marca matrix".

Escenas todavía más espectaculares que en la primera parte, aunque con una historia que cada vez se aleja más de lo contado en la primera mitad, y a veces da la sensación que dichas escenas sirven a los directores para alargar el metraje del fillm, quedando legitimados por un complicado envoltorio filosófico que no acaba de cuadrar. Como en la primera parte, la película intenta ser “seria” y espectacular a la vez, aunque su pretendido mensaje no acaba de llegar al gran público.

Además, el film queda excesivamente lastrado debido a ser claramente un puente entre su primera parte y la tercera, no puediendo superar ese obstáculo pese a lo trepidante de sus escenas, y dejando al espectador un tanto desorientado.