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Voto de Sibila de Delfos:
7
Fantástico. Ciencia ficción. Acción El descarado y brillante empresario Tony Stark/Iron Man se enfrentará a un enemigo cuyo poder no conoce límites. Cuando Stark comprende que su enemigo ha destruido su universo personal, se embarca en una angustiosa búsqueda para encontrar a los responsables. Este viaje pondrá a prueba su entereza una y otra vez. Acorralado, Stark tendrá que sobrevivir por sus propios medios, confiando en su ingenio y su instinto para proteger a las ... [+]
26 de junio de 2013
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Es probable que Iron Man 3 sea la mejor de las películas dedicadas a Tony Stark en exclusiva. Sin embargo, sigue estando a años luz de la brillantez y madurez narrativa lograda por X-Men. Primera Generación, El Hombre de Acero o por supuesto los tres Batman de Chris Nolan.
Y es que este Iron Man cuenta con diversas ventajas respecto a las anteriores aventuras. La primera es su realizador, Shane Black, que a pesar de haber filmado solamente una película antes de esta, lleva las riendas con soltura, y logra secuencias excelentes, como la del ataque a la mansión Stark, maravillosamente dirigida y llena de tensión y emoción, o la resolución del personaje de Maya (discreta Rebecca Hall, cuando ella puede dar . Resulta tamucho más, y normalmente lo hace). Es también muy interesante el estado mental y emocional de Tony Stark en la película, más débil y atemorizado que nunca, sufriendo ataques de pánico, sufriendo por amor y entablando una entrañable relación con un niño, cuando antes era un tipo frío y egoísta que sólo se preocupaba por sí mismo. Y por supuesto, hay que destacar el aspecto visual de la cinta, sus efectos visuales y el buen montaje de las escenas de acción, que proporcionan toneladas de distracción y entretenimiento, que al fin y al cabo es de lo que se trata.
El problema viene porque la película se queda en eso, buenas intenciones que se concretan poco... demasiado poco. Porque, a pesar de un excelente comienzo con ese flashback en el 99 y de lo bien que están las escenas de acción, la cinta pierde fuelle a pasos agigantados cuando no está visualizando una batalla o las neuras iniciales de Stark. El ritmo es cansino, la trascendencia es escasa, el personaje de Rhodes aparece muy poco, y lo de Mandarín parece un mal chiste (y me refiero a cómo es el personaje en la película, no a que se haya traicionado su espíritu del cómic; eso queda para los más fans, pero incluso los no devotos se sentirán probablemente estafados por la decisión que se ha tomado acerca de su papel en la historia). Casi casi se podría decir que aburre en algunos momentos, tal es la irregularidad del interés de lo que se nos cuenta, con tantos diálogos intrascendentes y sin fuerza dialéctica.
Menos mal que Guy Pearce compone un villano muy serio y creíble, y que Robert Downey Jr, siguiendo la línea de Los Vengadores, vuelve a su mejor forma tras sus descompensadas últimas actuaciones en las dos Sherlock Holmes, recuperando la excelencia con que dio vida al Tony Stark de nuestros sueños en el primer Iron Man de Favreau. El actor que muchos admiraron en Chaplin, El solista, El detective cantante o Tropic Thunder sigue ahí. El maestro de las miradas y los silencios permanece latente. Ahora sólo falta que, un poco como le ocurre a Johnny Depp, le de la gana de sacarlo a la superficie más a menudo, se deje de tantas tonterías y, sobre todo, de gustarse tanto a sí mismo y autointerpretarse se llame como se llame su personaje.

Lo mejor: Robert Downey Jr y el aspecto más emocional de la cinta (el concepto del héroe caído, sufriente, con debilidades y sentimientos, descubriéndose a sí mismo y levantándose tras la adversidad)
Lo peor: Es muy irregular en su interés, y tampoco es nada del otro jueves más allá del aspecto puramente visual.
Sibila de Delfos
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