Bienintencionado film más o menos biográfico de la pintora Catherine Weldon, que viajó desde Nueva York a Dakota, para pintar un retrato del gran fefe "Toro Sentado" e intervino en los problemas que tenían los nativos de aquellas tierras con el gobierno de Los Estados Unidos de Norteamérica por el asunto de sus tierras, que les iban siendo robadas sin remisión, así como la política de darles la mitad de comida que les correspondía.
Todo ello narrado de forma tranquila, pausada, que no lenta pues la historia fluye sin descanso. Esto hace que los espectadores ávidos de movimientos y escenas rodadas a toda leche se puedan aburrir, pero el argumento es rico en situaciones interesantes que, al fin y al cabo, son la base en la que se cimentó la grandeza de USA.
Es cierto que no se basa en la estricta realidad, pero no por ello resulta desdeñable.
Para comenzar, técnicamente está muy bien, con una fotografía espléndida y una banda sonora nada estridente que acompaña armoniosamente a la historia.
Las interpretaciones son buenas, aunque en esta ocasión Jessica Chastain, en ocasiones, utiliza mohínes que no resultan demasiado convincentes.
Pero la base de la historia es interesante e invita a una reflexión profunda sobre cómo se aniquiló diversos pueblos sin concesiones, engañándoles en todo momento con promesas falsas que se llevaba el viento y tratados incumplidos escritos en papeles mojados.
Serena y, es verdad, no muy emocionante, merece la pena verse, pero sin prisas, con respeto.

https://filmsencajatonta.blogspot.com/