Le tenía muchas ganas, pero perdí la oportunidad de verla en el cine y pasó el tiempo. Esta misma semana vi la genial "La Invitación", la cual me tuvo pendiente de cada personaje, de cada mirada y gesto, un increíble manejo de la tensión y el suspense, y me acordé de "madre!". Otra de esas historias inquientante y oscuras, y me la puse.
Al principio estaba intrigada, en un momento dado, a causa de varios detalles empecé a pensar que se trataba de un aquelarre, algo relacionado con brujería, pero hacia algo más profundo tenía que llevar todo aquello... A medida que avanzaba la cinta perdía el interés por momentos, la vorágine en la que te introduce hacia la segunda mitad de la película, esa parte álgida de toda historia que acaba de atrapar por completo al espectador, se convierte en un tedioso excéntrico espectáculo a pesar de la buena interpretación emocional de la actriz. Y el final llega por fin, sin pena ni gloria, sin dejar ese sensación agradable de una buena historia contada de manera especial que hace que la recuerdes pasado el tiempo.
No voy a dármelas de interesante como hacen algunos diciendo que pillaron la metáfora bíblicoteológica desde el principio tras haberlo leído previamente. Me he decidido a emitir mi opinión sobre esta película, sin spoilers y sin más pretensiones, y en mi opinión por mucho que algunos la llamen obra a modo de enaltecimiento alegando los huevos que le ha echado Aronofsky como único motivo para darle una notaza, la considero un desparrame pretencioso de imaginación a bocajarro. Aún así he de decir que se valora el esfuerzo e interés por tratar de hacer algo provocador, diferente, innovador y desgarrador. El que no arriesga no gana y el director ha arriesgado expresándose de la manera que le ha apetecido, pero a mi pesar definitivamente esta vez no aprueba el examen y para mi es un suspenso.