Es imposible no hacer la comparación de esta película con la versión de Dreyer, tal es la similitud entre ambas. Me hubiera gustado no tener en cuenta la versión del danés, pero finalmente no he podido, hay demasiados elementos en común, demasiadas referencias que se repiten. Y es que pienso que Bresson no se pudo sustraer a la influencia de su colega, cómo iba a hacerlo, la película de Dreyer es gigantesca, no requiere mejoras ni aportaciones, es una película que supone una cima insuperable.

Si no hubiera visto la obra de Dreyer, otro gallo cantaría, seguramente la obra de Bresson me habría entrado de otra manera. Pero es que no he visto en esta última nada nuevo, bueno, el estilo del francés se deja notar, pero la historia de la mártir es prácticamente un calco de su predecesora. Bresson aporta los textos del proceso, muy bien, pero el desarrollo es prácticamente literal, se podría decir que sigue las pautas marcadas por Dreyer.

Es por ello que no voy a hacer una crítica más amplia de la que nos ocupa, me remito a la maravillosa cinta del director danés. La tercera versión a reseñar, la de Luc Besson, que también analicé, no cuenta, por efectista, pobre y falsa.

Pensaba puntuar esta película con un 6,5 pero le he subido finalmente la nota a 7, porque "El proceso de Juana de Arco" es una obra más que digna, te deja, como la de Dreyer, sensaciones de desasosiego, de la crueldad, de la injusticia impartida por las autoridades tanto británicas como francesas, del Estado y de la Iglesia.