Había leído que estaba bien este filme dirigido por el "primo" de Anthony Mann, y me adentré en él. Me limitaré a expresar cinco impresiones que saqué tras su visualización:
1ª Acaba la película y tengo claro que es una historia ya muchas veces contada, un ladrón de alto nivel que se quiere "retirar" dando un gran golpe, para pasar a vivir una nueva vida con mujer y hijos. Nada nuevo bajo el sol. El desarrollo de la película también se ciñe a eso, por tanto no hay muchos elementos en el argumento que se salgan de lo trillado.
2ª Sin embargo no se puede negar cierta personalidad en el trabajo. James Caan da personalidad al protagonista, los secundarios aportan, el ritmo de la cinta es curioso (hay momentos en que se queda suspendido como en una línea flotante, deleitándose en el momento), tienes la esperanza de la sorpresa en todo momento.
3ª En contra de lo que se le criticó en su día, a mi parecer la música de Tangerine Dream es un elemento destacable. Tan destacable que casi me parece lo mejor de la película. Muy propia de los 70-80, pero no por eso menor. De hecho, sin la música la película bajaría 3 puntos. Una música que aparece en esos momentos de suspensión de que hablé. Lástima que estamos hablando de cine, no de música.
4ª Me llamó la atención cuánto han cambiado nuestra manera de percibir las cosas cotidianas en 40 años. O cuánto nos las han hecho cambiar. Un torso tan velludo como el de Caan sería hoy trending topic. Hoy han decidido que el pelo en el cuerpo del hombre es feo. En su día lo decidieron también del pelo de la mujer en muchas partes del cuerpo. Hoy están creando una tendencia negativa hacia actitudes sociales de toda la vida, como abrazarse, besarse, reírse, cantar...