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España España · san sebastian
Voto de Izeta:
8
Drama Segunda Guerra Mundial (1939-1945). Durante la ocupación de Francia por las tropas alemanas, un anciano y su sobrina deben compartir alojamiento y convivir con un afable oficial nazi. (FILMAFFINITY)
29 de agosto de 2019
8 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curiosa e interesante ópera prima de Jean Pierre Melville, afamado director del polar francés que dejaría excelentes títulos para el recuerdo como " El silencio de un hombre", " Círculo rojo" o " El confidente", por citar algunas, debuta con un título basado en una pequeña obra de Vercors, pseudónimo de Jean Bruller, que publicó esta novela en la clandestinidad de una Francia ocupada por los alemanes en 1942.
Nos cuentan la historia de un anciano y su sobrina, que viven apaciblemente en un pequeño pueblo rural francés, que durante la ocupación se ven obligados a acoger en su casa a un oficial alemán. Ante la imposibilidad de rebelarse, harán un pacto de silencio en la convivencia con el alemán.
Pero éste, lejos de ofenderse, admirará la resistencia pasiva de unos patriotas y aprovechará ese silencio, para por medio de soliloquios, mostrarles su alma.
Comienza así un asedio moral, en el que Melville refleja al autor con fidelidad, fuera de una o dos licencias, presentando un alemán culto, sensible e idealista, imbuido de amor por Francia y cuyos ideales pasan por el entendimiento francoalemán, lejos todavía ( en 1941, los alemanes no habían comenzado, en apariencia al menos, el terrible genocidio), de suponer a dónde les llevarían esos ideales.
A pesar de que la obra de Vercors, tuvo una gran repercusión, no estuvo exenta de polémica, ya que en aquella época, parecía hacer un llamamiento a la tolerancia para con los invasores, pero nada más lejos de la realidad. La obra incide precisamente en la imposibilidad de un entendimiento, incluso ante la posibilidad de compartir intereses comunes.
Me ha parecido preciosa, la alegoría que el autor utiliza en la obra y también en la película, de La Bella y la Bestia, como símbolo de unión y seducción entre los dos países. Toda una declaración de intenciones.
Es, por tanto, una cinta de lo más recomendable, que creo hará disfrutar con fruición a los amantes del cine.
No es perfecta. Pero es una ópera prima de las de quitarte el sombrero, sin duda.
Izeta
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