Sencilla, amable y agridulce película que nos cuenta la historia de una joven irlandesa que, en los años 50, se ve en la obligación de abandonar su tierra natal, por falta de oportunidades y se traslada a Nueva York, donde tratará de empezar una nueva vida. Pero el pasado, la familia, las raíces..., es muy difícil dejarlos atrás.
Esto es lo que nos ofrece este film, con sencillez y sin buscarle tres pies al gato, nos habla del drama de una emigrante, el dolor de la nostalgia, las dificultades de adaptación y de cómo también, una vez que empieza a construirse una nueva vida, el pasado le llama y se da cuenta de que lo que dejó atrás, ya no puede llamarse "su hogar".
Sincera y sin aspavientos, es una pequeña película que se ve con agrado y que todos comprenderemos muy bien.