La aportación de Walter Lang al género musical en su época dorada es esta historia homenaje al mundo del vodevil.
Nos cuentan la historia de los Donahue, familia dedicada al mundo de la farándula, desde sus comienzos en 1919, donde el matrimonio Donahue se abriría camino poco a poco, hasta los inicios de la segunda Guerra Mundial, donde los tres vástagos ya crecidos, tomarían diferentes caminos.
Con una trama poco elaborada, la película es más una sucesión de números musicales( algunos muy buenos), con la música del gran compositor Irving Berlin, adaptada por Alfred Newman.
Con un papel secundario de nuestra querida Marilyn Monroe, radiante como siempre pero no bien aprovechada, yo destacaría al gran Donald O´Connor ( el partenaire de Gene kelly en "Cantando bajo la lluvia"), que nos demuestra una vez más, lo buen comediante y gran bailarín que era.
Musical alegre y colorista, rodado en Cinemascope a todo color, casi todos los números suceden en los escenarios y los amantes de esas coreografías y esos trajes deslumbrantes lo agradecerán, pero yo he echado de menos muchas cosas.
Primero un mayor protagonismo a la trama. Soy amante del cine musical, pero pienso que las músicas y los bailes han de estar al servicio del argumento y no al revés. Entiendo que los argumentos sean sencillos pues han de dejar sitio a la música, pero yo hubiera preferido una historia más elaborada y quizá hubiera suprimido algunos números de relleno.
Los amantes de Marilyn Monroe, no creo que vayan a encontrar aquí a la diosa en la que luego se convertiría.
Aunque tiene aquí 3 números, ( solo destaca en uno de ellos), le dan un papel dramático insulso y sin gracia y yo creo, al margen de su demostrada sensualidad y belleza, que Marilyn era una consumada actriz cómica ( aunque todos se empeñen en decir que no era buena actriz). La prueba está en las películas " Con faldas y a lo loco","Como casarse con un millonario"," Los caballeros las prefieren rubias","Bus stop" o "La tentación vive arriba" que, reconozcámoslo, no serían las mismas sin ese personaje mitad cándido mitad explosivo que Marilyn, y sólo ella, supo dotar de comicidad.
Aún y todo, los amantes de los musicales encontrarán aquí un delicioso exponente de este maravilloso género. A los demás, es posible que les aturulle la sucesión de números, uno detrás de otro, con tan pobre argumento.