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España España · Salusa Secundus
Voto de LordLeal:
7
Serie de TV. Aventuras. Ciencia ficción Spin-off de "The Mandalorian" centrado en el cazarecompensas Boba Fett y su lugarteniente Fennec Shand, que vuelven al planeta Tatooine lidiando con el inframundo galáctico para reclamar el territorio que en su día gobernó Jabba el Hutt.
9 de febrero de 2022
5 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin haber visto aún el último episodio de El libro de Boba Fett pero intuyendo que se va a convertir en una especie de remake de Los Siete Fantásticos, vengo a escribir para explicar que la última serie de acción de Star Wars acaba convirtiéndose en una velada temporada dos y medio de The Mandalorian, último sonado éxito de la franquicia, pero sobre todo en una serie sobre Boba Fett en donde lo que menos acaba importando, por raro que suene, es el propio Boba Fett (y quizás no tiene por qué ser ni malo).

Star Wars siempre perteneció al género de la Space Ópera en el que de alguna épica forma las acciones de gente sencilla marcaban la diferencia desencadenando sucesos que acaban teniendo consecuencias a escala galáctica. Las trilogías principales centradas en la epopeya del alzamiento, caída y resurgir de la familia Skywalker, así lo atestiguan. La diferencia con esas, es que tanto The Mandalorian como El Libro de Boba Fett son pequeñas historias que comparten un mismo universo de sucesos, pero que el hecho de que no tengan que transcender a un nivel tan grandilocuente les otorga esa refrescante libertad creativa y desarrollo de nuevos personajes más allá de los trillados protagonistas de las películas principales. Por no estar a merced de unas líneas argumentales férreas del core de la saga, los creadores pueden desarrollar su propia historia a su gusto y pueden sacarse de la manga personajes como Djinn Jarin (Mando, el Mandaloriano) o recuperar un secundario perdido pero fascinante como era Boba Fett.

Con esa libertad consiguen además dar una vuelta de tuerca al género, que se da por supuesto al compartir el mismo universo, pero yendo más allá y convirtiendo las historias de Mando y Boba en un auténtico Western espacial de pistoleros comparables al hombre sin nombre de Clint Eastwood (el propio Mando) y las historias de Sergio Leone, situadas ahora en una galaxia muy, muy lejana.

Como puntos flacos, se le puede achacar a la historia de Boba Fett que el desarrollo de la serie es un tanto extraño, pues si bien sus primeros episodios se centran totalmente en las vicisitudes del cazarrecompensas con una chocante experiencia a lo Bailando con Lobos (ver spoiler *), la posterior historia una vez establecido en Tatooine no deja de ser algo anodina y decepcionante en cuanto al conflicto que propone, aunque de ahí a despellejar a Boba tachándolo de calvo viejo gordo y feo como en otras críticas se ha escrito va un trecho, si bien ciertamente no despierta gran emoción.

Es en esta pendiente anticlimática cuando vuelve Mando y el show de Boba Fett se convierte en una excusa para su retorno, convirtiendo los episodios en los que Boba pierde el protagonismo de su propia historia y en los que apenas aparece en los mejores de la serie. Que sea extraño que Boba Fett pierda el protagonismo en su propia serie es indiscutible, y no es de extrañar que haya servido de excusa para que legiones de Influencers furibundos con razones más o menos coherentes o infundadas hayan puesto a caldo la última producción del universo Star Wars.

En mi opinión, lo que parece ser un problema que ocasiona que la trama vaya a trompicones (hay por lo menos dos episodios en los que Boba apenas aparece unos segundos), no es más que una excusa para perpetrar una especie de remake espacial de Los Siete Magníficos, con personajes que se van uniendo a un grupo que en el último episodio (aún por ver) deberán enfrentarse a ese por otra parte poco carismático sindicato (animado a última hora con la incorporación de Cad Bane).

Pese a su embrollado argumento y los bandazos, a mi me sigue entusiasmando el enfoque alternativo de sus creadores, ya que es por estos velados homenajes y la construcción de sus propios personajes y tramas en ocasiones pilladas con pinzas que se notan a la legua las incursiones que estoy seguro que Jon Favreau y David Filoni, creadores de los últimos éxitos del universo Star Wars, debieron acometer en sus tiempos mozos contra el juego de rol de Star Wars.

Ciertamente presiento su afición no solo a través de la conexión con La Fuerza que compartimos los viejos roleros, ni ya solo por el amor en la construcción de historias y personajes que tanto The Mandalorian como El Libro de Boba Fett destilan a lo largo de su trama, si no ya por pequeños detalles del lore de Star Wars más underground introducido como recompensas para regocijo del fandom más acerrimo e inapreciables para el espectador común que sin embargo dan lugar a momentos sublimes.

Ya solo por el placer y felicidad que me produce ver eso en pantalla, soy capaz de perdonar casi cualquier cosa.

Pues leer esta y otras críticas en mi blog personal: LaRetrovision
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
LordLeal
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