Tenemos a un joven matrimonio, Jessica McNamee (Megalodón, Abismo) y Finn Jones (Iron Fist), que llega al pueblo natal de ella tras el fallecimiento de su padre y heredar una mansión. Al él todos le miran raro, con una mezcla de respeto y admiración, y hasta aquí puedo leer.

Funciona mejor como thriller de sobremesa con algo de misterio que como producto de terror, y aún así resulta bastante floja. Imagino que conocéis esas escenas en los que a alguno de los personajes de una película le está pasando algo muy chungo y después de una música insoportable o unos sonidos chirriantes que en ocasiones te taladran los tímpanos se despierta con un tremendo sobresalto sudando, pues aquí pasa varias veces, y al menos a mí esto me toca bastante las narices, aunque sea algo obvio y te lo imagines.

La historia en sí es bastante simple y sencilla, como si fuera un relato de Stephen King (es solo un ejemplo, no tiene nada que ver) de unas pocas hojas llevado a la pantalla de mala manera, con algunos añadidos bíblicos para que resulte levemente interesante, pero además hay algunos saltos en el tiempo que te descolocan (spoiler).

No merece la pena, el 4 más bien porque desde el comienzo tienes la curiosidad de saber que está pasando en ese pueblo y poco más, pero luego puedes quedar bastante defraudado, y decir lo mismo que decía el Makinavaja: "Po fale, po malegro", y encogerte de hombros.

Wolf.