A pesar de la falta de talento de Rodríguez, nadie podrá negar su ambición. “Spy Kids” aporta lo que grandes superproducciones no consiguen, un imaginario nuevo, el de Rodríguez y su familia real, el problema reside en que dicho imaginario no contiene ni el más mínimo interés.
El film de Rodríguez, resulta sumamente sencillo, no entretiene ni a niños ni a adultos, y su contenido filosófico no trasciende. Se deja ver, pero más como anécdota que tomándolo en serio.

Carla Gugino, Antonio Banderas y compañía representan unos papeles sin la menor dificultad, cualquiera está capacitado para llevarlos a cabo.
Rodríguez: de mal en peor.