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Argentina Argentina · Ciudad autónoma de Buenos Aires
Voto de Alesztejn:
8
Comedia Jorge, un oficinista un poco torpe y un poco tímido, que tartamudea al hablar en público y no sabe cómo acercarse a la chica que le gusta. Pero Jorge es, además, como saben quienes lo conocen bien, un amigo fiel y muy gracioso. Y cuando un día, un poco de casualidad, termina siendo objeto de una sesión de hipnosis, descubre que tiene una nueva habilidad: la de agarrar el teléfono y convertirse en el irreverente Doctor Tangalanga para ... [+]
11 de febrero de 2023
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
La enfermedad de un gran amigo postrado las 24 horas en una habitación de hospital. Eso es lo que más le preocupa a Julio Rissio antes de convertirse en Tangalanga. Intentar a toda costa hacer reír a carcajadas a su amigo convaleciente para sobrellevar lo mejor posible sus horas de hastío.

El método aplicado consistía en llamar por teléfono de línea a algún lugar y comenzar a hacer bromas, podía ser una veterinaria, un parapsicólogo, carpintero (lo que venga) para consultar sobre un producto o servicio. Claro que, hablando al principio en tono amable y educado, hasta que pide pista y argumenta algo que pone incómodo a su interlocutor, lanzando una mala palabra, o directamente faltandole el respeto, produciéndose por lo general un fuerte intercambio de insultos a partir de un reclamo ficticio.

A mitad de camino entre el biopic y la ficción, El método Tangalanga esta basado en esta historia inicial verídica que capta muy bien esa relación de amistad y el nacimiento del bombardeo de cargadas por teléfono que lo hizo tan famoso.
Y en el argumento lo traslada a dos personajes, un oficinista muy tímido que no podía hablar en público, y que a través de una hipnosis que le hace Silvio Soldán -en una puesta que nos recuerda bastante a la escena mágica del cine de La rosa púrpura del Cairo (1985 )- es justo cuando empieza a aparecer Tangalanga cada vez que levanta el tubo de teléfono y hace unas bromas telefónicas que luego se las lleva a Sixto, el personaje que protagoniza Alan Sabagh para levantarle el ánimo.

El film también agrega toques de dramatismo y una historia de amor que nadie podría comprobar que haya sido cierta pero que decora bien el relato y le da un tono muy llevadero. Unos momentos románticos protagonizado entre el protagonista y una luminosa Julieta Zylberberg caracterizada con un estilo twiggy con su vestido amarillo, pestañas postizas y con una muy bella figura que nos remite a esos famosos iconos femeninos de los 60.

Es notable que hay una intención de hacer una pintura de época, la cual me parece un punto fuerte de la película. Apoyado en una banda sonora que además de contar en algunos pasajes con un muy bienvenido registro de la voz real de Tangalanga, nos ametralla promocionalmente con ese hitazo de Sandro que es la canción “Un mundo de sensaciones” junto a un eficaz y colorido afiche de presentación.

Me retiré de la sala de cine satisfecho y con la clara intención de volver a escuchar los audios de este querible y socarrón cómico argentino que ha cosechado miles de fans. Ya no en esas cintas de casettes vírgenes que circulaban antes sino en las actuales plataformas, actividad súper recomendada para el público general, en un buen complemento con este entrañable film.
Alesztejn
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