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Voto de Ipathia:
5
Drama Diciembre del año 2004. María (Naomi Watts), Henry (Ewan McGregor) y sus tres hijos pequeños vuelan desde Japón a Tailandia para pasar las vacaciones de Navidad en la playa. Una mañana, mientras se encuentran todos en la piscina del complejo a orillas del mar, un tremendo tsunami destroza el hotel y gran parte de la costa del sudeste asiático. Este desastre cambió para siempre la vida de millones de personas. Esta es sólo la historia de una familia. (FILMAFFINITY) [+]
12 de enero de 2013
2 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es buena, y es mala. Y matizo, ¿qué es el cine? dejándonos de significados literales, todos lo entendemos como ocio de entretenimiento. Y esta película, por lo tanto, merece un 10/10 en cumplir ese propósito. Si en lugar de Bayona hubiera puesto Steven Spielberg en su presentación, nadie se habría sorprendido. Comparte los mismos elementos técnicos, infinitos planos a contraluz, detener el tiempo en un "expresivo" parpadeo en primer plano, en una mandíbula que se desencaja, en una lágrima rodando por la mejilla.
Por otro lado, dentro de que el principal propósito de una película sea entretenernos, muchos espectadores esperamos algo más, nos emociona que nos sorprendan, que nos aturdan, que cuando termina el film, en definitiva, nos quede la sensación de que nos ha aportado algo. Exagerándolo un poco, pero tiene sentido, de que no somos los mismos antes de verla que después. Como tampoco somos los mismos después de leer un libro. No se trata de que nos cambie conceptos básicos de la personalidad o de la mentalidad, pero asimilamos y... abrazamos esos nuevos datos o la experiencia que nos ha aportado ver o leer (e incluso escuchar) algo nuevo. Toma reflexión, ponéos en cola para darme con un palo.

En fin, decía, que por este lado, Lo Imposible no pasa del 2/10. Abusa del simplista truco de dirigirnos emocionalmente durante toda la película, nada deja a merced del espectador, absolutamente nada. Calculada, y por lo tanto fría en su realización, se dedica a ir dando empujoncitos, sin que puedas resistirte, hacia donde quiere. Y solo un leño requemado, y aún en ese caso tengo mis dudas, puede ser insensible y no echarse a llorar ante esas manipuladísimas imágenes y a la estudiada banda sonora que potencia este efecto. Esto, bajo la lupa, tiene un grave punto en contra, y es que resulta oportunista e irreal, de tan agresivo chantaje emocional.
Las interpretaciones... Psé. Correctísimas, como era de esperar. No reclama gran trasfondo interpretativo, dado que los extremos siempre son bastante más fáciles de expresar que los matices del medio. Un actor, en teoría, no debe tener dificultad alguna en mostrar miedo, un llanto desesperado, un dolor físico intenso, o una felicidad suprema. La dificultad del buen actor reside en controlar y transmitir las emociones más diarias (y humanas), pequeñas y sutiles.
¿Tenemos algo de eso en Lo Imposible? Uh... No.

Puede verse, pero id armados de pañuelos de papel.
Ipathia
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