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Voto de Manuel PM:
8
Drama Thomas, un pastor protestante que celebra los oficios religiosos con la iglesia casi vacía, es un hombre solitario que sufre una profunda crisis espiritual y cuya vida carece de sentido. Incluso el amor que le profesa la maestra Marta se ha vuelto para él una carga insoportable. Su situación se agrava al verse incapaz de ofrecer ayuda alguna a una pareja de campesinos que acuden a él para pedirle consejo. (FILMAFFINITY)
7 de mayo de 2007
19 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Existen similitudes evidentes entre esta película y la novela "San Manuel Bueno, mártir", de Unamuno. En ambas el protagonista tiene una crisis existencial y religiosa, en ambas tiemblan los cimientos de su fe, y las dos indagan sobre el por qué del silencio de Dios y se preguntan, como Cristo : "¿Por qué , Dios mío, me has abandonado?".

Destacaría la impresionante interpretación de los dos protagonistas, ambos habituales en la filmografía de Bergman: Gunnar Björnstrand e Ingrid Thulin (una de sus musas, junto a Bibi Andersson, Harriet Andersson o Liv Ullmann). Desde luego son destacables también la bella fotografía y el monólogo-carta de Märta, en la que confiesa al sacerdote todo lo que no se atreve a decirle personalmente.

Además del tema de la religión, aparecen otros (habituales en las películas del director sueco): la incapacidad de amar, la soledad o la incomunicación.

La crisis del pastor protestante se manifiesta en diversos frentes y supone un fracaso en varios aspectos: no puede evitar la muerte de un feligrés, no tiene gente para la que predicar, se hizo cura porque sus padres insistieron, no está enamorado de la mujer que lo ama (y es muy cruel en su sincera confesión a ella)...

El resultado es una película inquietante, desasosegante, triste, sin ningún atisbo de humor, llena de detalles que ponen de manifiesto el dolor y el sufrimiento de todos sus personajes. Aún así, se trata de una hermosa y profunda película que nos hará reflexionar sobre la importancia de la religión en nuestras vidas (aunque no seamos creyentes) y sobre los problemas de comunicación entre los seres humanos. Todo bajo la mirada irónica de Ingmar Bergman y que supone un guiño a los espectadores.

imprescindible para los amantes del cine de Bergman, esto es, del buen cine.
Manuel PM
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