Decir que Amenábar es un genio es quizás exagerar un poco. Decir que es un grande ya dentro de nuestra cinematografía es quedarse quizás corto. Un director que con sólo 6 títulos es capaz de alcanzar la historia y ser nombrado al lado de Buñuel, Fernán Gómez, Saura o Almodóvar, merece todo mi respeto. Me dejó de piedra con TESIS, boquiabierto con ABRE LOS OJOS, admiré su oficio con ABRE LOS OJOS, le vi a la altura de los grandes de Hoollywood en la grandiosa LOS OTROS, no me gustó MAR ADENTRO, pero valoré su versatilidad en géneros que le parecían ajenos. Y con ÁGORA, me llevé una decepción, me aburrió. Sí, gestionó bien un gran presupuesto, actores de primera y no le fue mal en taquilla, pero ese cine era sólo artesanal. REGRESIÓN está entre TESIS, LOS OTROS y ÁGORA: no decepciona, pero se queda uno con hambre. Le falta un plus, le falta un añadido, un ingrediente que haga que el espectador se relama. Buen clima, producción excelente, buenos diálogos, historia que siempre interesa... Quizás Emma Watson, buena actriz, no fuera la más adecuada para un papel con más aristas de las que su inocente persona parecen tener, al menos hoy en día y de momento. La película es honesta, se ve con interés y siempre hay algo por ahí que el espectador busca cuadrar, aún sospechando desde antes de la mitad del metraje cuál es la verdad de la historia.

En fin, Amenábar consigue que yo haga una crítica dos-tres veces más extensa de lo habitual. Eso es lo que tienen los genios.