Sin duda, la influencia del maestro austriaco en el cine de Eli Roth debía mejorar al prolífico director y productor y a sus propuestas, casi siempre plenas de violencia gratuita. Y, sinceramente, creo que así es. Aunque desde el principio el plagio es casi total a FUNNY GAMES (cualquiera de las dos versiones que rodó Haneke, la europea y la norteamericana son mucho mejores que esta), se agradece el ritmo, las actuaciones, frescas y meritorias de De Armas y Lorenza Izzo (tiene futuro esta actriz, me parece) e incluso el otrora grande Reeves cumple. La película se mueve entre la crueldad gratuita de las bellas protagonistas y el pasmo del atacante, totalmente entregado y dominado por ellas y por la situación. Hay una parte de humor agrio que se agradece y, en su conjunto, se ve con interés aunque sepamos el final. Agradable divertimento con dosis de suspense.