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Voto de Luis Guillermo Cardona:
10
Cine negro. Drama Eddie Willis (Humphrey Bogart), un veterano periodista, es contratado como agente de prensa por Nick Benko (Rod Steiger), un hombre sin escrúpulos, para que consiga hacer popular a Toro Moreno, un gigantesco pero torpe aspirante a boxeador, a quien hacen creer que es un gran campeón a base de amañar sus combates. (FILMAFFINITY)
21 de julio de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Harto discutida fue siempre la vida del Campeón de los Pesos Pesados, Primo Carnera (1906-1967) un boxeador italiano que, tras pelear en diversas capitales europeas, optó por viajar a los Estados Unidos de Norteamérica, donde no tardó en ser acogido por la mafia del boxeo, que vio aquí la perfecta ocasión de fraguar, con este grandullón, una historia ficticia (léase patraña) que podía convertirse en una mina.

El escritor, Budd Schulberg, amplio conocedor del mundo del boxeo sobre cuyas peleas escribió muchas veces en la prensa y quien, años después, sería el autor del libro “Loser and still Champion: Muhammed Ali” (1981), se interesó en la singular vida de Carnera y con algunos apartes de su vida, dio forma a la que, probablemente, sea la más veraz y objetiva denuncia sobre el mundo del boxeo en el siglo XX.

Publicada en 1947, “The harder they fall”, tardaría nueve años en ser llevada al cine, primero, porque se necesitaba a un director comprometido dispuesto a enfrentarse con una denuncia que animaba al gobierno de la Casa Blanca a tomar cartas en el asunto, y después, porque la imagen de Schulberg quedó bastante resquebrajada cuando declaró ante el Comité de Actividades Antiamericanas, durante los sombríos años de La caza de brujas.

Contra todo, imposible negar que, con esta película, se ha logrado unos de los mejores documentos sobre el trato del hombre como mercancía, una nueva forma de ‘esclavitud’ que lo más decadente de la sociedad norteamericana se empeñaba en mantener. “Ya no hay boxeadores sino actores”, dice el líder de la mafia, Nick Benko, y es precisamente él, quien maneja los hilos de una farsa mantenida para hacer dinero a costa de complacer el apetito de sangre y el afán de desfogar las rabias contenidas de su particular público.

El director, Mark Robson, sirviéndose de otro acertadísimo guion de Philip Yordan, cuida su película hasta el último detalle, logrando un puñado de figuras de muy fuerte personalidad, pudiendo servirse de legítimos boxeadores como Max Baer y Jersey Joe Walcott, para dar verosimilitud a varias escenas. Rod Steiger, resulta magnífico como Benko, el hombre dispuesto a cuanta pantomima sea necesaria, para llevar a efecto su sueño de convertir a un incompetente en un campeón mundial. Y, Humphrey Bogart, se despedirá del mundo del cine y de la vida, forjando a otro de esos magníficos personajes con apariencia de desdén, a quien la dureza de la vida, quizás lo convenza de la imposibilidad de permanecer indiferente.

Con pocas variaciones (algunos apellidos, la nacionalidad del boxeador… y la necesaria eliminación de textos explicativos que, aunque necesarios, son anticinematográficos), “MÁS DURA SERÁ LA CAÍDA”, se preserva bastante fiel a la novela y es un relevante testimonio de los niveles de degradación alcanzados en el mundillo del deporte. Y como era de esperarse, en una sociedad donde el dinero lo es todo… esta vez tampoco pasó nada. Los arreglos, la farsa, los abusos, la explotación… siguieron su curso normal.

En cualquier caso, Mark Robson ha encumbrado al séptimo arte con un documento histórico trascendental.

Título para Latinoamérica: “LA CAÍDA DE UN ÍDOLO”
Luis Guillermo Cardona
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