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Voto de Luis Guillermo Cardona:
6
Drama. Thriller. Romance. Bélico A punto de terminar la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), los aliados tratan de impedir que los alemanes fabriquen la bomba atómica. Con este fin, la Organización de Servicios Estratégicos (OSS) recluta al físico nuclear Jesper y le encarga que busque a su colega Katerin Lodor y la saque de Suiza para interrogarla. Pero, cuando la encuentra, una enfermera nazi impide que la rescate. A continuación, la misión de Jesper consiste en ir a ... [+]
30 de noviembre de 2011
17 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
Al terminar de ver esta película, me sentía incómodo, algo así como cuando almuerzo a gusto, pero enseguida descubro que no tengo postre… La historia, en general, me dejaba satisfecho, pues se trataba de una operación muy interesante en la que, combinando thriller, suspenso y romance, se busca impedir que los nazis, en sus afanes de tener bomba atómica para dominar al mundo, puedan servirse de los científicos Katerin Loder y el Dr. Polda, a quienes tienen bajo amenaza, pues están ellos en capacidad de satisfacer tal requerimiento. Actos de heroísmo popular, personajes muy estimables en la resistencia, algunas acciones de brillante resolución (la pelea de Jesper con el nazi en la ciudad, la última encerrona de los nazis…), más esa vigorosa música de Max Steiner, me permitían sentir a ese maestro nacido en Viena al que tengo en tal alto aprecio.

Desde las primeras escenas, Fritz Lang, con un guión escrito por Albert Maltz y Ring Lardner Jr. (dos grandes en la lista de The Hollywood Ten), nos plantea su posición cuando el Dr. Jesper (un Gary Cooper bien encajado) se queja del gobierno por ser tan remiso cuando se proponen acciones para salvar vidas, pero tan laxo cuando la propuesta es fabricar una bomba. Después, él mismo pondrá en los labios del Dr Polda, una frase en la que se propone que la ciencia sirva a todos y no a unos cuantos. El objetivo de Lang es pues pacifista, anti-armamentismo, anti-guerra, anti-bomba atómica… Entonces, nada de esto encaja cuando, al rescatar Jesper al Dr. Polda y llevárselo para los EEUU con todos sus conocimientos, es fácil suponer que le está dando a estos la bomba atómica. En ese “happy end”, se avecina la dominación del imperialismo y la intimidación del resto del mundo.

Me animé entonces a indagar sobre la película y me encontré, en un libro, un comentario que hizo Fritz Lang a Charles Higham y Joel Greenberg, donde confiesa que, los Warner, cortaron completa la última parte de la película y era en ella donde se encontraba el único propósito que lo había animado a realizarla. En ese punto, el profesor Polda que está enfermo, muere de un infarto, y una fotografía hallada en su bolsillo, sirve de pista para que los aliados encuentren en los alpes bávaros, una enorme cueva donde hay señales de que grandes máquinas se hallaban allí recientemente. Un sargento anuncia, entonces, que se han encontrado los cadáveres de 60.000 trabajadores esclavos (éste, un hecho que fue verídico). El Dr. Jesper sale enseguida de la cueva y sentado con un paracaidista le dice: “Este es el Año Uno de la era atómica y que Dios nos ayude a los americanos si acaso pensamos que podremos mantener el secreto de la bomba atómica sólo para nosotros”.

Lang quería denunciar los peligros de una posible guerra nuclear. Los Hnos. Warner prefirieron decirnos: “¡Alégrense, la bomba que puede exterminar a la humanidad la tendremos nosotros!”

Título para Latinoamérica: “A CAPA Y ESPADA”
Luis Guillermo Cardona
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