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Voto de Natxo Borràs:
9
Drama. Comedia A Woody Grant, un anciano con síntomas de demencia, le comunican por correo que ha ganado un premio. Cree que se ha hecho rico y obliga a su receloso hijo David a emprender un viaje para ir a cobrarlo. Poco a poco, la relación entre ambos, rota durante años por el alcoholismo de Woody, tomará un cariz distinto para sorpresa de la madre y del triunfador hermano de David. (FILMAFFINITY)
10 de marzo de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Enésima película en la que el director de “Election” (1999) y “Entre Copas” (Sideways, 2004) vuelve a escudriñar en las interioridades de unos personajes acosados por el tiempo y el fracaso y que en éste caso como ocurriera en “A Propósito de Schmidt” (About Schmidt, 2002), vuelve a centrar el tema de la tercera edad mostrando a Woody Grant (Bruce Dern) un personaje algo turbio y aquejado de una probable demencia que lo lleva a enfurruñarse en sus objetivos:
desplazarse desde Billings, Montana casi setecientos quilómetros hacia Lincoln, en el estado vecino de Nebraska, para cobrar un premio imposible e inexistente, fruto de una ilusión provocado por una irrisoria campaña publicitaria. Pero también será un viaje itinerario a unas segundas oportunidades en las que su hijo menor David (Will Forte) tendrá un papel destacado como acompañante y mentor, mientras la nostalgia por un pasado que no debía haber ocurrido y que se giró en contra de los propósitos del viejo Woody, vuelven a tomar forma, ya desde un plano lejano y arrastrado hasta el olvido.

De ese modo la película está rodada con una magnífica fotografía en blanco y negro para hacer cobrar vida a lo que queda de ese pasado postrado en un presente silencioso queda relegado a los escenarios en que un joven y alcohólico Woody se fue cobrando su perdición a expensas de un entorno formado por unos hermanos y primos obsesionados con hacerse con el soñado premio así como un compañero perdonavidas y también sesentón (interpretado por Stacy Keach) que aún así sigue dándoselas de triunfador sembrando el pánico en los oídos de cualquiera oyéndole cantar “In the Ghetto” de Elvis Presley en el semivacío karaoke del pueblo. Y es que la película se cobra lo suyo en momentos y personajes sublimes.

Lo Mejor: decir que Alexander Payne se repite no es una simple suposición, es un hecho. Aunque bien podría considerarse “Nebraska”, una joya y la mejor de su filmografía, una necesaria excepción, una cinta madura sobre la madurez y el paso del tiempo.

Lo Peor: que, ahora y no antes, se recupere a un gigante olvidado como el veterano Bruce Dern relegándolo de lo que fue por mala justicia un actor de segunda a un veterano en competencia por el Oscar, como ocurriera así con la afortunada Jessica Tandy (Paseando a Miss Daisy) y el menos afortunado Richard Farnsworth (Una Historia Verdadera).
Natxo Borràs
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