Sin lugar a dudas no esperaba tanto de esta película. Esperaba algo mucho menos creíble e impactante. Réquiem por un sueño es una película que muestra el otro lado del mundo, ese que muchos no ven, el mundo marginal y destruido de las drogas. El infierno terrenal en el que el sufrimiento no discrimina y la vida se hunde en un pozo sin fondo del que llega un momento que es imposible salir. Destacan sobre todo Ellen Burstyn (la cual ya nos demostró su valía en El Exorcista) y la banda sonora, inmejorable. Posiblemente es una de las películas que más tocado te consiguen dejar al terminar y que más consigue hacerte reflexionar.
Recomendada para todos, aunque haya personas que no quieran ver esta otra cara de la moneda y al saber que trata de drogas se nieguen a verla. Es dura, pero enseña que la vida sólo es una oportunidad, y no se debe jugar con ella.
El final excelente.