También estoy de acuerdo en devaluar Un crimen perfecto respecto a la original de Hitchkock aunque tampoco esté tan lejos. Es verdad que la atmósfera claustrofóbica que el británico imprimió en su film aquí no se ve ni de lejos, y que Andrew Davis tan solo busca el giro brusco para que su obra no naufrague.

Sin embargo, Un crimen perfecto tiene al mejor Michael Douglas -uno de los peores actores del mundo- lo cual es de agradecer, y a una Gwyneth Paltrow cuando menos interesante. A mí me hubiesen gustado los títulos de crédito cuando Douglas entra en la ducha poco antes del desenlace final, pero Andrew Davis... en fin... ya sabéis...