Esta película parte de muchas dificultades. En mi opinión la más grande, es que es una historia ya muchas veces contada y cuyo único objetivo es contar un mensaje. El mensaje es muy sencillo. Las drogas son muy malas y hacen mucho daño a la salud física, psíquica y moral de la persona, así como a las familias. La dificultad estriba en que es difícil aportar algo más a algo que ya todo el mundo sabe. Hay cientos de películas y de libros que ya han tratado el tema muy a fondo. Otra gran dificultad es que estas historias rara vez tienen una buena acción, y mucho menos un ritmo rápido, lo que la hace un poco difícil de ver sobre todo al principio, hasta que la historia va cogiendo ritmo.

Lo que hace que a pesar de estas dificultades sea una pieza de culto para mí, es que aparte de que la historia va creciendo como una bola de nieve, es una espectacular puesta en escena, con una dirección artística de las mejores. La música, la fotografía, las escenas y el montaje de planos la dotan de un carácter especial, que muy pocas películas tienen. Con una realización así de buena casi podrías convertir en poesía el hecho de ir a comprar el pan por la mañana. Además de todo esto, las magistrales interpretaciones llenan la historia de fuerza y sentimiento. Por lo tanto y a pesar de las dificultades, al final queda una gran película de notable.