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Voto de Javenco:
6
Drama Adaptación de una novela de Don DeLillo. Con el capitalismo a punto de extinguirse, los disturbios se extienden por Nueva York. El joven multimillonario Eric Packer se dirige en su limusina a cortarse el pelo en su peluquería favorita. Eric descubre que alguien quiere asesinarle a la vez que el caos se apodera de su imperio. (FILMAFFINITY)
14 de octubre de 2012
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Una rata se convirtió en la unidad de divisa” (Zbigniew Herberth); “Su próstata es asimétrica”. Estas dos frases que resume de alguna manera el “core” de la película, y genera una de sus diálogos más friki, reflejan que el filme es una abierta, pero densa crítica al capitalismo, basada en la novela ídem de Don Delillo (que no he leído) y dirigida por David Cronenberg –uno de mis directores archifavoritos-.

El filme es coetáneo con el momento previo a la hipotética caída del dicho sistema, que es encarnado por el joven Eric (Robert Pattinson), un trader de Wall Street que ha diseñado un modelo de procesamiento de información llamado bath que le ha servido para predecir exitosamente los movimientos de mercado y cuyo éxito lo ha llevado a convertirse en un megamillonario, pero que se ha vuelto falible para pronosticar el valor del Yuan (moneda de China) por lo que su imperio está a punto de hundirse, y todo esto porque el bath no ha tenido en cuenta lo que en economía llamamos imperfecciones en la información.

Debo decir que el protagonismo del pálido “teen vampire” me bajo un poco las expectativas, pero también -siendo justo- que su performance sin ser brillante hace uso de su efigie superficial, para exponer con suficiente verosimilitud el ocaso emocional y físico del joven Eric. Creo que fue un mérito de Cronenberg –que no hace cine en busca de taquillazos- escoger al subvalorable actor y extraerle los mejores réditos.

Sin embargo, y ahí es donde Cronenberg me ha decepcionado un poco, la película es una sucesión inconexa y agobiante de sainetes o pequeños cortos en los que cada personaje comparte escena con Eric dentro de su limosina (otro símbolo del capitalismo) ya sea en busca de su aprobación, informándole algo o proveyéndole sus servicios ó dádivas sexuales (que papel tan decadente el de Juliette Binoche).

Los diálogos espesos, filosóficos e impostados pululan por doquier, con frases, que sin leer la novela, parecen trasladadas a la fuerza y textualmente a los libretos, pero que en algunos casos son tan geniales como para pausar la peli y hacer la anotación. Por otro lado, lo único que saca a Eric de la limo es su impulso sexual -lo entiendo si su esposa fallida es la bellísima aunque casi robótica Elise (Sarah Gadon)-, su inexplicable obsesión por un corte de cabello –quizá alguien encuentre la analogía y me la explique-, y su encuentro no planeado con el personaje interpretado por Paul Giamatti (Benno), quien como siempre hace una excelente interpretación.

De nuevo Cronenberg impone su espíritu de niño rebelde al hacer una película justo como se le da la gana, pero fallando en aquello que me hizo convertirme en su fiel seguidor, mostrar historia con personajes y acciones absolutamente viscerales. He quedado a tiro de piedra de ver una mejor película, pero por ser Cronenberg lo entiendo.
Javenco
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