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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Thriller. Intriga Jim Slade (Burt Lancaster), un ex policía que acaba de cumplir una condena por asesinato, consigue gracias a un viejo amigo un tranquilo trabajo de vigilante nocturno en una universidad. Investigando un robo, aparentemente sin importancia, descubrirá que detrás hay un asunto mucho más serio. (FILMAFFINITY)
3 de agosto de 2021
0 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
286/33(28/07/21) Entretenidillo thriller neo noir con claros efluvios a Dashiell Hammet o Raymond Chandler en lo alambicado de su trama que se abre cual hidra devorando la capacidad del espectador para seguir su laberíntica resolución donde en algún momento todo se polariza y solo puedes de que aceptar lo que te cuentan y punto. Por supuesto narración surtida con todos los elementos propios del género desde un detective íntegro, hay malvados grotescos, un ricachón estafado, una femme fatale, traiciones, asesinatos, ello un mundo corrupto y amoral, aunque con sus desequilibrios e irregularidades es un apreciable ejercicio, aunque me queda la sensación de que tras esta historia había una muy mejor película por hacer. Film que me ha atraído por ser co-dirigido por Burt Lancaster (su segunda labor en este campo tras “The Kentuckian” de 1955, una obra vitalista, sobre todo en comparación con esta con un aire más cansado y desilusionado, los 19 años pasados entre ambas películas debieron dejar huella en Lancaster) junto a Roland Kibbe (guionista de títulos que elevaron la figura de Burt Lancaster como "El temible burlón" o "Veracruz"), también ambos co-guionizan adaptando la novela “The Midnight Lady and the Mourning Man” de David Anthony de 1969. Y además de ser protagonizado por el mítico actor que se da un festín de personalidad y carisma con este papel con claras ínfulas a clásicos detectives como Phlip Marlowe, Sam Spade o incluso al legendario Sherlock Holmes en su modo de hilar elementos.

Siendo desarrollada la historia en la Universidad de Clemson en Carolina del Sur, donde el epicentro es un asesinato y la desaparición de una comprometedora cinta, y a partir de ello se van abriendo todo un abanico de relaciones malsanas, donde al final debes hacer un acto de fe para dar con la cogida con pinzas versión de lo acontecido, donde no parece quedar títere con cabeza de implicados. Burt Lancaster es un ex policía acaba de salir de la cárcel (llamado Jim Slade, con claro parecido fonético con el icónico detective Sam Spade), y un viejo amigo (Cameron Mitchell) le dio un trabajo como vigilante nocturno en una universidad, que se enamora de su oficial de libertad condicional (Susan Clark). Tiene lugar un asesinato. Se producen varios asesinatos. Y algunas de las señales parecen apuntar al inocente Burt. Hay un complot de chantaje con mucho dinero involucrado.

El ex policía de Chicago Jim Slade (Burt Lancaster) sale en libertad condicional de la prisión, donde había cumplido condena por dispararle al amante de su esposa en su cama. Se va a vivir con sus amigos casados Quartz (Cameron Mitchell) y Judy (Joan Lorring) a un pueblo donde le han ofrecido un trabajo como vigilante nocturno en la universidad. Una estudiante universitaria es asesinada y el alguacil local Casey (Harrys Yulin) intenta culpar del crimen a un conserje espeluznante, Ewing (buen Charles Tyner), que lanza revelaciones bíblicas mientras esconde pornografía. Slade lleva a cabo una investigación propia no autorizada. Natalie, la estudiante asesinada, es hija del senador Clayborne, quien posteriormente recibe cartas de chantaje relacionadas con cintas de una confesión a un consejero psiquiátrico.

No es ni mucho menos redonda, pues ya de principio se nota una ambientación muy de telefilm, tiene un argumento que resulta confuso, demasiados personajes que se entrecruzan y tienen importancia, terminas saturado, pero es que el guión lo parece aún más al tener que darnos un final muy débil, donde nos tenemos que enterar de lo sucedido por una voz en off de un personaje (no quiero spoilear) que comienza a hilar situaciones de forma caótica, pero supuestamente lógica, que solo nos queda por decir, ‘pues si tú lo dices’; Tiene un tema musical reiterativo que resulta cansino y molesto; Y ya para traca valenciana quedan esas manchas de sangre patéticas en cómo se notan a tomates frito solís.

Burt encarna con gran carácter y marcada personalidad hierática a ese típico detective embarcado en un caso torpedeado por clásicos policías torpes, donde hay un encadenado de cadáveres que termina por salpicarle al prota, abriéndose varias subtramas complicado de encajar, donde secretos del pasado se van desgranando cual bombas de relojería. Donde destaca por su brutalidad el tramo en que Burt es secuestrado por tres ‘hillbillys’ (tres cazurros liderados por el gran Ed Lauter, pero en unos papeles caricaturescos) y su ‘Má’ (excelente Eleanor Ross, no era una actriz profesional), que desembocará en una bacanal de sangre, regularmente coreografiada. Por cierto, este cuarteto de paletos nada creíble en este maremágnum de personajes, nadie con dedos de frente les contrataría para siquiera colgar un cuadro.

Hay también un manejo de clichés del género que hoy día resultan risibles, como ese tipo que llama por teléfono y dice tiene información vital para el caso, pero que no lo dirá por el celular, tiene que ir a verlo, y entonces todos sabemos que pasará; O todo lo referente al poema críptico con claves para el caso, que incomprensiblemente nos gotean la información de modo que no aguanta un mínimo análisis en una torpeza que se podría haber desvelado en unos minutos (y más en una Universidad).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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