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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Drama En plena Segunda Guerra Mundial, a las afueras de Londres, el joven Bill Rohan es un inocente niño inglés que vive la guerra como una experiencia apasionante y llena de emociones que ponen fin a la rutina diaria. En unos tiempos tan trágicos como convulsos Bill descubrirá nada menos que el sexo, el amor, la hipocresía y la muerte, mientras los adultos tratan de sobrevivir mientras hablan de patriotismo, esperanza y gloria... Basada en ... [+]
7 de mayo de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
247/04(09/12/12) Sobrevalorada cinta, aunque interesante propuesta del realizador inglés John Boorman, que expone un relato basado en sus experiencias juveniles en Londres durante la WWII que recuerda bastante a ‘La Sra. Miniver’ de William Wyler,, lo hace con un trasfondo idealizado, quedándose en la superficie. El escenario es la capital inglesa en 1939, la población se entera del comienzo del conflicto bélico a través de la radio, el centro del argumento es la familia Rowan de clase media, el protagonista es Billy Rowan (buen Sebastian Rice-Edwards), se cuenta como se sufrió tras el frente, la población civil la Guerra, el padre, Clive (buen David Hayman) se alista esperando que lo manden al frente pero es enviado cerca de su casa a trabajo burocrático, su madre, Grace (buena Sarah Miles) queda en solitario a cargo de sus tres hijos, la mayor, Dawn (buena Sammi Davis), que una joven con las hormonas en ebullición que comenzará a salir con un soldado canadiense, Bruce Carrey (Jean-Marc Barr), él protagonista Nilly, y la hija menor, Sue (Gerealdine Muir). Es la historia de una familia común, filtrada por los ojos de Billy, chico de diez años, son sus volubles recuerdos, una nostálgica narración, el despertar de la inocencia, contada con inocencia y humor, cómo para él todo es motivo de jolgorio, algo que le saca de la rutina diaria, los continuos bombardeos son aventuras, simbólico cuando los chicos contemplan la escuela derruida y dan las gracias en medio de vítores a Hitler. se une a un grupo de mozalbetes para hacer todo tipo de tropelías, los barrios son un amasijo de escombros, casas derruidas donde los niños encuentran una mina para sus juegos, buscan cosas de valor entre las ruinas, mientras los mayores sufren, en la mejor escena del film hay un excelente travelling en el que vemos el contraste de la tragedia provocada por un bombardeo que destroza hogares y vidas, los mayores sufren los duros rigores de la contienda, mientras la cámara observa y se desliza al otro lado del espejo donde los niños disfrutan, buscan metralla, se esconden en los cráteres dejados por las explosiones, juegan a guerrear, es un mundo nuevo cada día en medio del horror, en la escuela recitan la tabla de multiplicar con la máscara de gas. Es el relato de cómo afectó a la población civil una Guerra, como el cabeza de familia viró del padre a la madre por la ausencia de él, nos presentan el día a día de esta familia, una recreación estupenda de la época gracias al excelente diseño de producción de Anthony Pratt (‘Excalibur’ ‘Hermanos de sangre’ o ‘El fantasma de la ópera de Andrew Lloyd Webber’), los escenarios irradian realismo, el vestuario, los vehículos, la música diegética que se oye, la banda sonora de Peter martin (‘Buenos días y buena suerte’) con prominencia a de temas jazzísticos encaja muy bien en su tono, todo enmarcado en la magnífica fotografía del galo Philippe Rouselot (‘El oso’, ‘Las amistades peligrosas’ o ‘Big Fish’), está presente el éxodo de niños para que estos estén lejos de la guerra, los problemas que se establecen por la falta de recursos, el racionamiento de comida o cuando Dawn se pinta la raya de las medias en las piernas para simular las costuras, está presente la paranoia cuando Grace no quiere probar la mermelada alemana que Clive ha traído a casa por miedo a que este envenenada, los germanos saben lo mucho que les gusta a los británicos este alimento. Resaltaré la tierna subtrama en que queda al descubierto el viejo amor que Grace siente por un amigo de Clive que no es apto para la guerra (buen Colin Higgins). La cinta en un momento dado cambia a un escenario bucólico a las orillas del Támesis, la familia se ve forzada a trasladarse a la residencia de los abuelos, los padres de Grace, allí parecen estar en una burbuja, la vida pasa plácidamente, Billy se lo pasa en grande con su cascarrabias abuelo George (carismático Ian Bannen), comidas campestres, jugando al cricket o escuchando los comentarios sarcásticos del abuelo, el único atisbo bélico que tienen es un bomba que cae al rio y que sirve de alegría pues les proporciona montones de peces muertos. Todo esto con el objetivo de mostrarnos que la vida continuaba a pesar de que cerca había un Guerra, uno de los contrastes es la subtrama de Sue que se queda embarazada y da a luz, metáfora de que el ciclo de la vida continuaba. Las taras están en su tono de ligereza y banalidad, todo se huele plúmbeo, sin peso ni calado, no hay hondura dramática, cayendo por momentos en una bajada de ritmo, no hay grandes momentos que muevan a una catarsis emocional, todo queda lineal derivando en que los personajes quedan algo artificiosos. Queda por debajo de obras similares como la francesa ‘Adiós muchachos’ o la muy similar ‘La Sra. Miniver’, a la que plagia el momento en que cazan a un piloto alemán (interpretado por el hijo del director, Charley Boorman). Es una película tras la que subyace un canto a los valores familiares tradicionales. Como anécdota John Boorman hace un guiño a su popular film ‘Excalibur’ cuando Billy juega en el jardín con unas figuritas medievales, una de ellas es Merlin, personaje clave en la cinta mencionada. En conjunto queda una obra recomendable pero a la que le falta profundidad. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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