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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Aventuras Un grupo de cazadores heredado por Brandy de la Court (Michele Girardon) y comandado por Sean Mercer (John Wayne), está cumpliendo en Tanganyka (Tanzania), con los fuertes encargos que les han solicitado de animales de muy variadas especies, cuando al grupo llega Ana María D'Allesandro (Elsa Martinelli) que será llamada Dallas y hará de fotógrafa, y el tirador francés Charles Maurey (Gerard Blain) al que llamarán Chips. Entre todos ... [+]
7 de diciembre de 2020
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
157/22(24/07/17) Sobrevalorado film de Howard Hawks, mezcla de modo superficial acción, humor raso, añade romanticismo metido con calzador. Quizás por el problema que hubo al estar proyectado para protagonizarlo John Wayne y Clark Gable (los dos “pelearían” por el amor de una mujer), y la muerte del segundo trastocó el libreto, sin sustituir el rol del eterno Rhett Butler, hacen variaciones en el relato, esto pudo dejar huérfana la historia de jugo, resulta todo tan bonito visualmente como desprovisto de poso en el espectador, relatado en tono trivial, queda en algo naif cuasi-kitsch, situaciones se suceden porque lo marca el (plúmbeo) guión, orgánicamente penoso, conflictos se resuelven de modo plano, no hay intensidad alguna, las escenas de acción de caza de animales salvajes son agiles y trepidantes, pero cercenado de sensación de peligro, esto aderezado por historias cruzadas románticas heterosexuales que chirrían más que el Titanic partiéndose en dos, de hecho única con algo de química es la que subyace sutilmente entre el alemán y el francés, relación gay entre líneas, como bien me acompaña en la opinión el FA Edugrn. Queda típico relato hawksiano donde se hace una loa al sentido del deber profesional, a la amistad, a la solidaridad, a la camaradería masculina, en los universos Howard Hawks las mujeres son algo accesorio, tratando su cinta con el espíritu del western, aquí los cazadores son estajanovistas profesionales recluidos en su “fuerte”, cual sheriff en “Río Bravo” en su pueblo (incluso el gabacho “Chips” es claro emulo del Colorado de dicho film), donde el ganado (por ejemplo de “Rio Rojo”) son animales salvajes africanos. El título “Hatari!”, en Swahili traducido es "Peligro!", filmado en Technicolor en el norte de Tanganika (en lo que ahora es Tanzania ), escrita por Leigh Brackett (“El sueño eterno”), a partir de un relato de Harry Kurnitz (“Testigo de cargo”), estructurada a modo de viñetas entrecruzadas, por un lado las relaciones (buen rollistas, sin choque alguno) de los personajes en el campamento y por otro lado las bulliciosas cacerías, en jeeps y camiones a través de la sabana africana, intentando cercar a los “bichos”.

Hoy en día sería imposible rodar “Hatari!”, las organizaciones pro-animales se lo comerían, y según mi punto de vista, con razón, con claro maltrato de animales con el único delito de ser demandados por su exotismo por los zoos occidentales, animales que son golpeados con todoterrenos, amarrados, privados de su libertad, ejemplo de la crueldad es el modo de atrapar los monos del árbol, quizás en su día resultó muy simpática la secuencia, hoy, para aquel que tenga corazón le tiene que resultar repugnante como los cogen como pollos muertos, nauseabundo. Estos animales serán arrinconados lejos de la libertad que merecen, siendo meros esclavos para las miradas de gente que no piensa en que allí morirán entre la pena y la soledad de su entorno, presos de cárceles para la exhibición para espectadores que quizás disfruten con verlos encerrados, pero que no pueden realmente empatizar con ellos, si lo hicieran no fomentarían con su dinero estos campos de concentración. Como bien he leído, este film se podría justificar si fuera como denuncia de este maltrato animal, pero ni mucho menos es así, el metraje es una exaltación de la “valentía” y el espíritu de aventura indomable de estos cazadores (sin escrúpulos), por mucho que lo quieran compensar con el cuidado a los tres elefantes bebes, no cuela. Como tampoco se aprovecha para hacer reflexión alguna sobre el hombre en comunión con la naturaleza, nada de esto hay en su ya extenso metraje.

Pasas algunos momentos simpáticos y divertidos (muchos tienen que ver con lo referente a los elefantes bebes), dejándote una mueca de sonrisa en el rostro, desprende un impostado idealismo en la amistad, donde no hay problemas, ello hace brotar una cándida ternura en el metraje. Se puede ver como una alabanza al entendimiento entre diferentes nacionalidades (norteamericanos, franceses, alemanes, mexicanos, o los africanos), aunque esto también queda arrugado por la visión paternalista hacia los nativos negros, condescendiente el modo en que son vistos, meras figuras graciosas sin peso alguno, solo allí para servir al hombre blanco, con momentos harto estridentes en su rezumada condescendencia racista cuando Dallas es pintada de negro y vestida como una tribu del lugar solo para nos riamos de sus costumbres y color de piel, enfoque anclado en el.

Aderezado por secuencias espectaculares de cacerías (jirafas, rinocerontes, cebras, toros, ñúes,…) muy bien filmadas, mostrando la belleza de la sábana africana, filmadas con montaje brillante, deja tiempo para calen en el espectador, con claro sino documental, se exponen los peligros de este trabajo (en claro paralelismo a los aviadores de “Solo los ángeles tienen alas” [1939] de también Hawks), con enrome despliegue de medios para recoger imágenes de persecuciones de animales se contó con 3 avionetas y 50 vehículos distintos (jeeps, camiones, rancheras…) provistos de amortiguadores especiales para ayudar a la estabilidad de las cámaras.

Retrato de personajes arquetípicos, empezando por un John Wayne haciendo de John Wayne, el líder de la manada, tipo duro, noble, orgulloso, encierra gran corazón, y de modo lastimero le ponen a una jovencita (se llevaban 27 años), la transalpina Elsa Martinelli, cae rendida a sus pies nada más verlo, y por supuesto es ella la pícara (como en “Rio Bravo” con Angie Dickinson), totalmente carente este amorío de fuerza alguna; Como estridente resulta el cuadrangular amoroso de los tres hombres Pockets-Kurt-“Chips” aspirando a Brandy, desarrollado de un modo burdo e infantiloide, acaban de forma tan chusca como anclimática; Ah, pero queda la mencionada del romance homosexual Kurt-“Chips”, valiente Hawks al hacerla latir, y al final hacerla patente con lo que Kurt le dice a Sean, de que se van los dos juntos a París (la ciudad del amor).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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