168/23(22/07/12) Notable gamberrada en formato film, un desparrame de desternillantes coreografías de acción violentas, aderezadas con hilarante humor gore. La cinta te atrapa desde su hiperbólico arranque, una orgiástica danza de movimientos interpretados de modo brillante, la estética comic se desparrama por la pantalla en una presentación de protagonista impresionante, y queda marcado a fuego el aire banal del relato, un simple argumento para un deleite visual fascinante en el que la imaginación más bizarra toma el poder con la única misión de hacernos pasar un rato ameno y alejado de nuestros mundanales problemas. Una noche en una ciudad , ‘Smith’ (buen Clive Owen), está sentado en un banco comiendo una zanahoria cual Bugs Bunny (algo que repetirá en múltiples ocasiones), pasa por delante él una mujer embarazada cogiéndose la barriga y quejándose, al momento un coche a toda velocidad derrapa choca contra otro y de él se baja un matón diciendo que va a morir, ella se mete en un local abandonado y se cae, el matón saca un machete para matarla pero aparece el ‘Bugs Bunny’ y le mete una zanahoria por la boca, de un golpe seco le atraviesa la tráquea, y suelta su primera bufonesca frase <Come hortalizas!>, aparecen de la nada un puñado de matones, de fondo un estruendoso tema heavy, la música de Paul Haslinger (‘Crank’ o ‘Underworld’) tiene mucha importancia, y el paroxismo pulp se convierte en un espectacular tsunami de escenas de una imaginación sin fin, una sublime yincana con picos de un humor negro sobresaliente, como el alumbramiento de la embarazada mientras su comadrón dispara a diestro y siniestro, aparece el villano, Hertz (divertido Paul Giamati), llega el bebe y ‘Bugs Bunny’ corta el cordón umbilical de un disparo(!!!), continua la acción y la mujer muere, ‘Bugs Bunny’ se queda con el bebe, tras un salto de la azotea escapa de los matones, no sin antes deleitarnos con un divertido juego de letras con un luminoso. Todo esto son 8 espectaculares minutos en el que todo que queda perfectamente enmarcado en una trepidante comedia negra de acción pulp, una cinta que desde este inicio te dice que nos se toma en serio a sí misma, no es más que una muy trabajada broma pasada del comic a la pantalla, un héroe solitario sin nombre que se ve protegiendo a un reciennacido de unos sanguinarios asesinos sin saber porque. No esperes un guión cargado de profundidad, ni mensajes, ni retratos sociales, solo es un vehículo de esparcimiento dotado de una estética visual maravillosa, con una pareja antagonista Owen-Giamati con bastante química, donde las frases lapidario-chulescas manan cual caudal de Iguazú. (Continua en spoiler sin)