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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Thriller. Drama El agente secreto de la policía de Detroit Nick Tellis se ve obligado a colaborar en el caso del asesinato de un policía de narcóticos encubierto, al desvanecerse el rastro que seguían en la investigación. (FILMAFFINITY)
20 de junio de 2022
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208/26(19/06/22) Con motivo de la reciente muerte a los 68 años de Ray Liotta (26 de mayo de 2022) me he revisionado este film como mi particular tributo para colgar la crítica en esta página (pues ya tenía las que para mí habían sido las dos mejores del actor, con la actuación que se dio a conocer, con Ray Sinclair en “Algo salvaje” de 1986, y la más recordada, con Henry Hill en “Goodfellas” de 1990). Donde el actor vuelve a demostrar que ha suido un intérprete infrautilizado.

Este es un thriller policial escrito y dirigido por Joe Carnahan (producido entre otros por Tom Cruise), que venía de darse a conocer con un film serie Z, “Blood, Guts, Bullets and Octane” hecho con $ 7,000, y que con este `proyecto dio el gran salto a trabajar en la ‘primera división’, aunque fuera también con bajo presupuesto para lo que se estilaba en este nivel superior, siendo protagonizado por dos reconocidos actores como Jason Patric y sobre todo el gran Ray Liotta (también produce). La trama gira en torno a los esfuerzos de dos detectives de la policía en busca del asesino de un policía (Alan Van Sprang en flashbacks) encubierto, mientras investigan, se involucran en un comportamiento poco ético y descubren oscuros secretos que pondrán a prueba su frágil relación. Es una buddy-movie, pero anulando el sentido del humor (aunque tenemos una escena de un ‘suicidio’ que se resuelve de forma muy cogida por los pelos, en una teoría loca, que es la única muestra de comedia y muy negra) de este género floreciente en los 80, es más un film que pretende recuperar el clima áspero y caustico de los policiales de los 70, con grandes referentes en “French Connection” y “Serpico”, retratando el feísmo mugriento de la lucha contra el narcotráfico callejero, llevándonos por un deprimente extrarradio de la gran urbe de Detroit, ‘camellos’ de poca monta, drogadictos, pisuchos asquerosos, grandes almacenes abandonados, parques y plazas cuasi-apocalípticas, el cainismo de la trastienda de las grandes ciudades, ello paralelo al sufrimiento de los agentes que se enfrentan a esta lacra, como muchas veces para combatir el Mal deben ser el Mal.

Ello con un sello de violencia latente que de vez en cuando se desborda por la pantalla, siendo ya marca de esto el inicio con la persecución vibrante (rodada en espectacular cámara en mano) de un poli a un narco por un parque que termina de modo virulento y agrio en su realismo. Realismo este que se quiere dar también con constante lenguaje soez, con improperios, con gritos, con peleas dialécticas furibundas. Siendo la cámara de Alex Nepomniaschy (especialista en tv con series como “Big Love” o “The Americanss”) un elemento vital para alcanzar el clima adusto y seco de la narración ya desde esas tonalidades azuladas mezcladas con grises, ello para hacernos calar el frio gélido ambiental del invierno (con calles nevadas) que parece eterno en Detroit, donde nunca sale el sol. Con una realización con mucha cámara en mano de reportero de guerra, con planos holandeses para transmitir la zozobra de los personajes, y con recursos habilidosos como cuando le dan un culatazo a un personaje y la pantalla se funde a negro y luego se hace la luz con el parpadeo de la víctima.

Pero tiene sus peros que al impiden elevarse por encima de la media. Empezando porque no cuenta nada nuevo, todo resulta bastante Déjà vu, es muy sobado en lo que les sucede a estos ajados detectives, cargado de clichés muy sobre ulizados. Ejemplo notorio son las discusiones constantes del personaje al que da vida Patric con su esposa, que quiere que deje el trabajo, tiene sensación de veracidad, pero todo esto es muy manido, muy cansino para el veterano del género, deseas que pasemos a la acción; Posee una trama que se entrevea demasiado para que cuando todo se deslía sentirte estafado por en realidad la simpleza que era todo; Y llegados al final hay unos giros que subvierten la personalidad y te hacen sentir frente a un trilero malo (spoiler).

Tiene un arranque impactante, de la nada una persecución por un barrio marginal, un tipo armado (luego sabremos es un policia anti vicio de Detroit) persigue a otro, la cámara los sigue cual si fuera uno más, temblorosa y nerviosa, el perseguido llega a un parque y coge a un niño de escudo, y sin media palabra el policia dispara, vemos ha acertado al criminal, pero a su lado vemos a una mujer embarazada sangrando, uno de los disparos la alcanzado. Dejando en el escaparate las ansias de mostrar con verité el trabajo en las cloacas de la lucha contra el narcotráfico, despojado de glamur o mitificación, son gente común que acierta y falla. Tras esto vemos los traumas de este poli, Nick Tellis (Jason Patric), sus problemas con la investigación por el trágico tiroteo, dejando entrever la diferencia de visión que hay entre los burócratas que trabajan tras una mesa y la realidad de las calles y como hay que reaccionar en milésimas de segundo, pero tampoco nada nuevo en este tramo. Luego están los enfrentamientos conyugales del ínclito Nick con su esposa, ello en un estereotipo plano de las típicas discusiones entre la marujona ama de casa que no quiere su ‘churri’ corra peligro, enfrentada al hombre recto y esclavo de su sentido del deber.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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