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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
7
Thriller. Acción Sexta entrega de la saga. En esta ocasión presenta a Ethan Hunt (Tom Cruise) y su equipo IMF (Alec Baldwin, Simon Pegg, Ving Rhames), con algunos aliados conocidos (Rebecca Ferguson, Michelle Monaghan), en una lucha contrarreloj después de que una misión salga mal. (FILMAFFINITY)
15 de diciembre de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
161/22(29/11/18) Vibrante sexta entrega de la saga Misión Imposible, dándose la curiosidad de que es la primera vez que en la serie repite director (tras la anterior Rogue Nation), en este caso Christopher McQuarrie (también produce y guioniza), y lo hace con éxito de taquilla y crítica, donde Tom Cruise (a sus envidiables 56 años) sigue siendo la estrella absoluta derrochando carisma y una estajanovista entrega física, donde cual acróbata de circo se supera en el más difícil todavía, donde su alter ego redobla lo ya visto, en escenas que lo ponen al borde de la extenuación, toda una hipérbole de acción trepidante, con persecuciones de todo tipo (en coche, moto, corriendo a pie, con helicóptero, escalando acantilados, saltando por edificios, …), con peleas espectaculares, ello en escenarios grandiosos (París con el Grand Palais desde el cielo, Londres con la chimenea del Tate Modern de fondo, Nueva Zelanda o Noruega, estas dos últimas haciendo las veces de Kachemira). Cuando uno entra a ver a Ethan Hunt no espera ver un relato sesudo de análisis existencialistas profundos, quiere pasar un rato ameno, híper-realista, este remedo de Bond al que ha superado en muchos aspectos, hace de la frenética acción y de la fantasía imaginativa su campo de batalla donde sale vencedor, y en esta entrega la montaña rusa con algún altibajo (su titubeante inicio) nos hace disfrutar con un metraje escapista, que perdurará en la memoria, pero si nos hará olvidarnos de nuestros mundanales problemas un tiempo. Y es que no ofrece nada nuevo su McGuffin nimio hilo narrativo, un villano (anarquista, remedo del Joker de Heath Ledger?) que quiere acabar con el mundo, y por el camino conspiraciones, traidores, agentes dobles, y por supuesto las (inverosímiles) máscaras fetiches, lo bueno es que lo revisten todo de mayor agilidad, tanta que uno no puede pararse a pensar en lo confuso de varios giros, en lo inútil del azúcar sentimentaloide vertido en el metraje, solo tiene ojos para la suntuosa pirotecnia visual, aderezadas con notas de humor distendido, y es que por mucho que lo intente la intensidad dramática nunca es algo que presente. Primera de la serie que se lanzó en RealD 3D, también tuvo lanzamiento en IMAX: Pero manteniendo la esencia de las escenas de acción sin apenas CGI desnaturalizador, aquí todo se vive casi en primera persona, por el modo inteligente en que el realizador rueda, donde Tom Cruise hace todas las escenas de peligro sin dobles, lo que le costó una lesión que tuvo parada la producción semanas. Ha sido un éxito de taquilla, recaudando $ 791 millones en todo el mundo, convirtiéndose en la sexta película con mayor recaudación de 2018, la película de mayor recaudación de Cruise hasta la fecha, y la película de mayor recaudación de la franquicia, superando el Protocolo Ghost. Además del equipo familiar (Simon Pegg como Benji y Ving Rhames como Luther), se han recuperado caras del pasado, como el responsable de seguridad Alan Hunley (Alec Baldwin) y la enérgica agente británica Ilsa Faust (Rebecca Ferguson), y hasta su antiguo amor Julia ( Michelle Monaghan).

A diferencia de otras entregas de la serie, hay una línea de continuidad desde la última hasta la presente. En Rogue Nation, el agente del MI6 Solomon Lane (Sean Harris) se acercó al lado oscuro y se unió al Sindicato, organización terrorista inclinada a la idea que el status debe ser destruido antes de que pueda surgir un nuevo orden mundial. La posesión de Lane de tres pequeñas bombas de plutonio y su intención de usarlas son todo el trampolín.

Film que se convierte en un encadenado de viñetas de acción a cual más espectacular, en un increscendo de momentos climáticos fenomenales, por supuesto como en otras entregas superando los límites de lo verosímil, teniendo que dar patente de corso para sobrepasar lo posible, reincidiendo en secuencias ya vistas pero con un patinado diferente, hemos visto ya persecuciones de coches y de motos, carreras físicas, escaladas por paredes de acantilados, caídas, tiroteos, saltos al vacío con paracaídas, pero aquí todo aumentado en su sensación de cercanía al espectador, haciéndonos a Ethan Hunt en algunas escenas que nos mimeticemos con él. Un Tom Cruise más vitalista que nunca, más electrizante, más impetuoso, exhibe una fisicidad arrolladora, gracias también al coordinador de dobles y director de segunda unidad Wade Eastwood (sin relación con Clint), al lado del actor en otros films como “M.I.: Rogue Nation”, “Al filo del mañana” o “La Momia”, que derrocha imaginación en las coreografías y movimientos ingeniosos; La némesis de Hunt es un ambiguo agente de la CIA, Walker encarnado por un estoico Henry Cavill (y su bigote) , físicamente a su altura, un oponente amenazador, cumple sin estridencias.

McQuarrie ganó fama y hasta un Oscar como guionista de “Sospechosos habituales”, componiendo diálogos ágiles, fluidos y de calado, así como un desarrollo complejo que juega con la percepción del espectador, pues nada de eso queda aquí, aquí en su faceta de director triunfa, no tanto así en la de escritor, pues toda la telaraña de agentes dobles y traidores huele a manida, con ajados recursos de objetivos a contrarreloj en el que hay que hacerse con un elemento crucial (un detonador, un antídoto, …)corriendo en situaciones paralelas, desaprovechando por el camino la participación de actores tan versátiles como Angela Bassett y Alec Baldwin, poco más que meros nombres para rellenar cartel, con inclusiones metidas con calzador (como el personaje de Michelle Monaghan) para dar un tono melancólico a Hunt que me resulta molesto en el espíritu del personaje; Como virtud el enigmático personaje interpretado por Vanessa Kirby, La Viuda Blanca, dejando un buen regusto en su faceta de clara femme fatale; También loable es la reaparición de una Rebecca Ferguson como la agente Ilsa Faust que pide a gritos un spin-off que de rienda suelta a su carismático potencial.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
TOM REGAN
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