223/02(02/07/22) Entretenidillo sin más este episodio 35 de la tercera temporada de la popular serie antológica creada por Alfred Hitchcock para la CBS y la NBC. Un juguetón metraje guionizado por Robert C. Dennis (adaptó 30 episodios para la hitchcockiana serie) que adapta bastante fielmente un relato del galés Roald Dahl (“El hombre del sur” o “Charlie y la fábrica de chocolate”), dirigiendo el orondo director de “La ventana indiscreta”. Donde destaca la notable actuación de Keenan Wynn como el viajero a la cuasi-fuerza en un barco de recreo por Italia, intentando aparentar (sin éxito) ser lo que no es (de clase alta), metido por ociosidad en una serie de apuestas un tanto estrambóticas. Un desarrollo a trompicones, en medio de situaciones un tanto naif, con situaciones manidas (esas insulsas charlas-discusiones maritales; por cierto, no me cansaré de decirlo, menuda morcilla de la censura imponiendo camas separadas para un matrimonio), que pretenden sacar humor de donde no lo genera. Para en el rush final entrar en una espiral demente con un plan estrafalario donde se ve venir de lejos lo que pasará, y no me genera sorpresa alguna.

Cuando comienza este episodio, encontramos a Hitch echado en una tumbona en un barco (el S.S. Hitchcock) diciéndonos que está de vacaciones. También nos dice que el capitán le dijo que cambiar de canal es algo peligroso; Incluso a las otrora mordaces presentaciones, aquí resulta más plana que un folio; Luego tenemos un minutaje un tanto lento al principio, y con la irrupción de la apuesta toma impulso, generando alguna tensión, pero el modo en que se resuelve me resulta muy chusca en su previsibilidad aparatosa; Tenemos el clásico epílogo de Hitchcock continuando en el SS Hithcock.