252/03(06/10/10) Notable film rumano en el que se hace una radiografía atroz de los últimos coletazos del totalitario régimen de Ceaucecu. Alcanzó la Palma de Oro en Cannes. Es un sobrio fresco de donde asistimos a una dura historia que no cae nunca en la sensiblería ni el manipulador maniqueísmo. Describe de forma minuciosa, casi documental un día en Rumania y como dos jóvenes estudiantes, Otilia(Anamaria Marinca) y Gabita(Laura Vasiliu), afrontan el embarazo no deseado de una de ellas, buscan a un siniestro tipo, Bebe (soberbio Vlad Ivanov) para que le produzca un aborto clandestino, ya que en el país está prohibido esto. Para atraparnos en una este opresivo clima no le hacen falta artificiosas escenas escabrosas, ni actuaciones histriónicas, producen mucho más terror sus elipsis, lo basa todo en un magnífico guión y en una realización de Cristian Mungiu magnifica, que consigue engancharte desde el principio, y que va en un increscendo narrativo poderoso en su atmósfera asfixiante. La cinta está rodada a base de asfixiantes planos fijos largos en las secuencias más dramáticas, haciendo que la tensión te cale, te traspase y seamos uno más de los que sufrimos, como ejemplo la dolorosa escena de la negociación de Bebe con las dos amigas, de una tensión y dureza que te tocará el corazón, así destacable es el un uso inteligente de rodar cámara en mano en las tomas nocturnas en la calle, sufrimos desorientación, miedo, desasosiego y angustia. Muy hábil por parte de Mungiu que la protagonista no sea la embarazada, si no la amiga, con lo cual nuestra sensación de vivirlo en tercera persona se acentúa, haciéndonos mucho más cercana la situación. En realidad la historia pertenece al género del terror, el miedo se puede mascar, la tensión te mantiene a flor de piel, una niebla de pavor envuelve la película y lo que la hace más aterradora es que es veraz. Los actores están formidables, con una Anamaria Marinca (Otilia) colosal, hace un trabajo contenido, sin caer en la sobreactuación, maneja la mirada, los gestos, una interpretación que traspasa la pantalla, consigue que tu sufrimiento sea el tuyo, Laura Vasiliu no se queda atrás en una composición ambigua de un personaje que no sabemos nunca si es muy inocente o muy sibilina, y no me quiero olvidar de Ivanov que crea a un siniestro Doctor Muerte, un tipo lúgubre que abusa de su posición, pero que Ivanov no hace de él una caricatura, si no que lo dota de alma. La cinta es la primera entrega de una serie llamada Relatos de la Edad de Oro, proyecto cuyo objetivo es hablar del periodo comunista a través de historias sobre las personas que lo vivieron. Recomendable film a los que gusten de dramas notables de calado. Fuerza y honor!!!