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España España · almeria
Voto de TOM REGAN:
6
Western. Aventuras. Drama Norte de México, principios del siglo XX. Reynaldo del Hierro es asesinado a balazos por Pascual Velasco mientras cabalga con sus hijos Reynaldo y Martín. En el velorio, la viuda les inculca deseos de venganza. Algunos años después, Martín asesina a Velasco. Este será el punto de partida de una serie de homicidios relacionados con los hermanos Del Hierro. (FILMAFFINITY)
20 de noviembre de 2021
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
396/18(19/11/21) Interesante film mexicano (nominado al Globo de Oro) dirigido por Ismael Rodríguez que cumple 6 décadas de sus estreno y con ese motivo lo he visto, basándose en un hecho real tenemos un análisis sobre los orígenes de la violencia y sus tóxicas consecuencias, de como es fácil sembrar sus semilla pero imposible parar la espiral dañina que provoca, ello con el leit-motive de la venganza inculcada por una madre a sus hijos desde la niñez. Un western azteca que tras sus elementos propios de escenario desértico, atuendo de chaleco y sombreros, caballos, o revólveres de fácil combustión. Centrándonos en la familia Hierro (nada casual apellido para mostrar dureza) norteña del país centroamericano, donde la matriarca (gran Columba Domínguez) inocula en sus dos retoños las ansias de vendetta contra el asesino de su esposo y el padre de estos, baleado ante estos. Enmarcado todo esto en una atmósfera de mucha testosterona, donde reina el darwinismo de machos, ello cuasi-enfrentando a dos hermanos acercándose la historia a la de Caín y Abel en la diferencia de caracteres, y escudriñando sobre si la verdadera valentía es caer en los bajos instintos salvajes de las armas o resistirse a ellas para no caer preso de su influjo maligno. Sumando un estelar reparto mexicano como Pedro Armendáriz, Emilio Fernández, Víctor Manuel Mendoza, Ignacio López Tarso, David Reynoso, David Silva y José Elías Moreno. Todo esto narrado visualmente de modo hermoso gracias a la gran cinematografía de Rosalio Solano, además de estar surida de temas folclóricos apreciables como el tema mantra de Jesús Gaitán "Dos palomas al volar", el de Rubén Fuentes "Ciudad Victoria" y "Amor de madre", el de Felipe Valdés Leal "Sube y baja" y otros como "Flor de dalia" e "Indita mía".

La película comienza con una narración en off a cargo de Arturo de Córdova, cuyo nombre no figura en los créditos. En el Norte de México, a comienzos del Siglo XX, Reynaldo del Hierro (Eduardo Noriega) es muerto a balazos por Pascual Velasco cuando cabalga con sus hijos Reynaldo y Martín. En el velorio, la viuda decide inculcar en sus hijos el deseo de venganza.

La película surca con esmero el thriller psicológico por el tratamiento que da a sus personajes y a sus imágenes (ejemplo ese inquietante plano cenital de la madre nerviosa sabiendo a donde a mandado a sus hijos). Como se exploran temas como los fantasmas del pasado, la venganza como motor de vida enfermizo, el complejo de Edipo, la sociopatía que deriva en gusto por la muerte. Todo ello marcado por un clima de fatalismo agobiante. Donde el director hace uso prodigioso de las elipsis para marcarnos el paso del tiempo y a la vez cincelar a sus personajes (de un velatorio saltamos a una escena de amor), con formidables manejo de elementos modernos, como ese plano subjetivo de alguien con un revolver, o esa alegoría visual en que uno de los hermanos coge la mano de Jacinta mientras ella aprieta las mamas de una vaca (¿?), o el turbador momento en que Martín abofetea el rostro de Jacinta para matarle un mosquito que la ha picado, ejemplo de gesto de violencia en comunión con la violencia.

Reynaldo del Hierro es el personaje más complejo, el que se siente protector de un pendenciero hermano, reflexivo, dubitativo, tipo pacífico al que se madre empuja una y otra vez a coger las armas, pero no se siente cómodo con ellas, vive por la inercia del hermano y madre, por los que es arrastrado a donde no desea, la sangre como vínculo invisible que te empuja. El actor Antonio Aguilar lo encarna con gran gama de matices y enorme expresividad en los enfrentamientos con madre y hermano, en realidad acomplejado por la seguridad en sí mismo de su hermano (lo que le hace que se quede sin amada). Ejemplo de personaje espoleado por la fuerza del destino que no maneja; Su hermano Martín es su antítesis, impulsivo, violento, dotado de una sonrisa tétrica, maleado por la madre hasta haberlo convertido en un ser atávico en su comportamiento. Julio Alemán le da un vigor y energía sensacional, ves en él la naturalidad de una animal.

Columba Domínguez da una espléndida actuación como la madre malsana que intenta inyectar a sus hijos el virus de la rabia e ira desaforada para que sean su arma ejecutora de la venganza, gran despliegue de bilis. Lástima que el maquillaje para hacerla parecer mayor (tenía 32 años) sea tan malo que duele; Ignacio López de Tarso es otro que deja impronta con su papel de mentor pistolero de los niños, al que la madre ‘utiliza’ para que se vengue o en el peor d ellos casos alecciones en las armas a sus vástagos; Patricia Conde como el joven objeto de deseo de los dos hermanos resulta bastante naif, aunque bella.

Se le puede achacar que es un relato muy esquemático en su idea, algo envejecido, su tema central y evolución de los personajes queda marcado al cuarto de hora, no hay evolución de los caracteres una vez presentados, y luego no se salen de lo previsible, como harto predecible es el final.

Curioso para una cinta de 1961 es que Alemán aparece desnudo de espaldas después de bañarse, en una secuencia bastante gratuita.

Me queda un drama con sabor a western que promete más de lo que da. Fuerza y honor!!!
TOM REGAN
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