No voy a olvidar nunca mi visionado de "En el corazón del mar". Ya cuando la película llevaba unos escasos minutos, el aburrimiento empezaba a formarse en mi interior. Hacia la mitad de la película, el sopor ya me había invadido totalmente a mi ser, y me estaba costando mucho acabar el film, porque había perdido la curiosidad hace ya media hora. En los últimos diez minutos, estaba ansioso de que aparecieran los títulos de crédito en la pantalla y así librarme de la tortura que estaba sufriendo, y en el minuto en el que apareció en mi televisor "dirigida por Ron Howard" no podía estar más contento. Ya había acabado el tan insufrible engendro que había estado visionando durante dos preciadas horas de mi vida.
"En el corazón del mar" parte de una premisa que con un poco más de atención y dedicación por parte de un director o Howard mismo, se habría conseguido una loable película. Pero este prometedor argumento es totalmente desperdiciado por, en mi opinión, falta de ganas.
Ron Howard ha hecho un film insulso, aburridíiiiiisimo, despreocupado, estúpido, lento y para nada ameno.
El principal problema es que Howard se centra demasiado en cosas irrelevantes durante un largo cacho de la película, pero, cuando llega una escena que parece importante o que ayudaría a comprender mejor el film, se centra únicamente unos pocos minutos o menos.
Además, las interpretaciones son tan chapuceras, que no ayudan a conseguir una buena película.
Si tengo que decir algo bueno de este desastre, es la metamorfosis que sufren los actores por el nudo de esta historia, chapeau. Un diez al fantástico maquillaje. Pero, como únicamente en este apartado se consigue unos buenos resultados, no se puede hablar de este film como una experiencia gratificante, más bien, hasta puede que se merezca menos nota de la que le he dado.
Muy, muy decepcionante.