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Voto de The Motorcycle Boy:
7
Bélico. Drama En un pueblo inglés, Albert, el hijo de un granjero, ve nacer un potrillo. Poco después, su padre lo adquiere en una subasta, y el chico le pone de nombre Joey. Pero la familia se arruina y no tiene más remedio que vender el caballo justo cuando estalla la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Ése es el punto de partida de un viaje en el que tanto Albert como Joey lucharán por sobrevivir a la contienda y volver a estar juntos. (FILMAFFINITY) [+]
24 de febrero de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sobre la verde y húmeda hierba inglesa, nace un potrillo. Un joven de la zona, Albert, pronto quedará prendado por dicho animal, y su alegría será máxima cuando descubra que el loco de su padre ha comprado al elegante caballo en una subasta local. No tardarán mucho en darse cuenta de que el animal tiene algo especial. Comienza así una de las amistades más sentidas que el cine nos ha dejado esta temporada.

Steven Spielberg se adentraba con 'War horse' en la confección de una película espléndida, de ritmo clásico y con una factura técnica intachable. Se apoyaba para ello en un reparto plagado de actorazos sin estrella, pues quien debía brillar aquí no era otro que el preciado caballo, y combinaba el melodrama sutil con el género bélico, quedando así un híbrido grato de ver durante sus ciento cuarenta minutos de duración.

Un muchacho humilde y bondadoso de la campiña inglesa. Un sargento del cuerpo de caballería del ejército inglés. Dos hermanos alemanes que no querían matar sino vivir. Una jovencita a la que sólo le queda la compañía de su abuelo. Un basto alemán con un corazón, no obstante, demasiado grande. Un par de soldados de bandos opuestos con unas tenazas y algo de conversación. Son una ínfima parte del total de las historias que rodearon a tan atroz contienda bélica. Todos tienen en común que dieron una parte de su cariño, de su afecto y de su corazón a un caballo llamado Joey.

Película enternecedora, amable y hábil, pues sabe despertar la empatía con el espectador sin caer en la cursilería, evitando la lágrima fácil. No es una obra maestra, y tampoco creo que lo pretenda. Más bien, Spielberg ha realizado aquí un sentido homenaje a la figura del caballo, valiéndose para ello de una cruenta guerra, la Gran Guerra, y de los lazos afectivos que los seres humanos hemos desplegado hacia tan nobles y hermosos animales (incluso en los momentos más atroces de la historia de la humanidad). En fin, una historia digna de ser contada y gustosa de ser escuchada.
The Motorcycle Boy
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