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Voto de Alvaro Zamora Cubillo:
8
Ciencia ficción. Acción. Bélico El Imperio Galáctico ha terminado de construir el arma más poderosa de todas, la Estrella de la muerte, pero un grupo de rebeldes decide realizar una misión de muy alto riesgo: robar los planos de dicha estación antes de que entre en operaciones, mientras se enfrentan también al poderoso Lord Sith conocido como Darth Vader, discípulo del despiadado Emperador Palpatine. Historia ambientada entre los episodios III y IV de Star Wars. (FILMAFFINITY)  [+]
19 de diciembre de 2016
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Terminando de ver “Rogue One: A Star Wars Story” (2016) de Gareth Edwards con Felicity Jones, Diego Luna, Ben Mendelsohn, Donnie Yen, Jiang Wen, Mads Mikkelsen, Forest Whitaker, Alan Tudyk, Riz Ahmed, entre otros.
Es la 8ª película, y 1° “spin-off” de la Space Opera basada en los personajes de Star Wars de George Lucas.
Es un filme de ciencia ficción, siendo la primera película autónoma de la serie “Star Wars Anthology”, ambientada entre “Star Wars: Episode III - Revenge Of The Sith” (2005) y “Star Wars: Episode IV - A New Hope” (1977)
La historia sigue a un grupo de rebeldes, autodenominado “Rogue One” cuando deciden realizar una misión de muy alto riesgo:
Robar los planos de la recién construida “Death Star” del Imperio Galáctico.
“Rogue One: A Star Wars Story” (2016), nos devuelve el sentido de la épica dramática y de aventura, vinculada al sacrificio de héroes imposibles, a la caza de un objetivo suicida, pero con vida propia.
La dirección es acertada en traer de nuevo el universo STAR WARS, con toda la ambientación y momentos comunes entre los episodios citados, donde vemos escenas curiosas que hacen conexión, como el juego de mesa, los hologramas, los destructores de arena, los troopers, etc.
Técnicamente es perfecta en los efectos especiales visuales y digitales de última generación, en especial, la recreación de La Princesa Leia, Red Leader y Gold Leader, aunque Wilhuff Tarkin/Peter Cushing, es que tiene más escenas, aunque se le note que el programa tiene contados sus movimientos gestuales, oculares y bocales, pues se repiten muchas veces… mientras el decorado es demasiado cuidado y hermoso, casi aséptico.
Del reparto, estereotipado hasta la medula, siguiendo la corrección política de Hollywood:
El negro, el europeo, el latino, el oriental, el oceánico, aunque parece borrachín centroamericano, que en realidad es chino; el árabe/pakistaní, y la gringa salvadora.
¿Cuál es el personaje homosexual?
Una vez más, el héroe es mujer.
De los actores, Felicity Jones es la única creíble, que posee un “background” un motivo/justificación para cumplir una misión suicida, mientras los demás, como grupo, solo son elementos para lograr el fin, y de ellos sobresale el algo carismático, místico y nada creíble, Chirrut Îmwe, pero se le perdona por la intensidad con la que vive y siente La Fuerza.
Mientras que Diego Luna, siempre me ha parecido un actor plano.
Considero que toda la primera hora fue difícil de arrancar, no solo por colocarnos en la acción, sino que nos presentan demasiados escenarios.
Toda la parte de Saw Gerrera, personaje de la serie animada “Star Wars: Clone Wars” (2008) con claras conexiones con Darth Vader, bien pudo ser mejor editado, inclusive para restarle metraje, pues se me hizo demasiado largo; así como la curiosidad de que no se mostrase el titulaje y prólogo usual tras el cartel:
“A long time ago in a galaxy far, far away”, y la famosa fanfarria de John Williams; muy probablemente tenga su lógica para desconectarla de la saga, al ser una historia paralela; tanto que es el compositor Michael Giacchino, quien se esmera por crear melodías propias, aunque se mantienen algunos temas originales como el de Leia, La Fuerza, El Imperio, Los Rebeldes, etc., siendo la única película de la franquicia, sin ser orquestada por Williams.
Así, tras la hora de metraje, la historia se consolida, y toma vida propia; tras una introducción de 1 hora, con un buen ritmo, excelente desarrollo, y una conclusión para ver de pie.
Aun pasando por los lugares comunes, como la presentación de Darth Vader, que siempre es de aplaudir, aunque su sable láser sea el único que aparece, y muy al final, cabe preguntarse qué harán los productores cuando James Earl Jones nos haya dejado… así como el gusto de ver a “los pescados” como El Almirante Ackbar, y a Bail Organa para ubicarnos en la saga.
Se le podría achacar, una mejor resolución editorial, y un mejor manejo de la perspectiva, pues La Estrella de La Muerte, en ocasiones se muestra inmensa, en otras, más pequeña que una Luna.
¿Es que acaso nadie le puede disparar a una pequeña antena, que a veces se mira enorme, a veces no?
Otra curiosidad extraña, es ver a R2-D2 y C-3PO juntos… sin revelar como se reunieron tras “Star Wars: Episode III - Revenge Of The Sith” (2005); mientras que el androide, K-2SO, brilla como reemplazo, y es el punto cómico al no tener filtro a la hora de decir las cosas.
En definitiva, “Rogue One: A Star Wars Story” (2016) es la 1ª película desde “Star Wars: Episode V - The Empire Strikes Back” (1980), que redefine los límites de lo que puede llegar a ser una película de STAR WARS; solo ese final es absolutamente enmudecedor, donde la acción, la emoción, la alegría, la tristeza, y la nostalgia, se abrazan en un espectáculo totémico:
¡TENEMOS ESPERANZA!
RECOMENDADA.
NO tendrá nota en Lecturas Cinematográficas, por lo que este comentario servirá de adenda para la entrada de la saga STAR WARS.
http://lecturascinematograficas.blogspot.com/2011/06/star-wars.html
Alvaro Zamora Cubillo
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