Película catalana basada en la historia de la nombrada vampira de El Raval, que es la primera película de su director, y que está protagonizada por Roger Casamajor (Pa Negre, 2010), Nora Navas (La Adopción, 2015), o Bruna Cusí (Verano 1993, 2017), entre otros nombres.

En la Barcelona de principios del siglo XX conviven dos ciudades: una burguesa y modernista, la otra sórdida y sucia. La desaparición de la pequeña Teresa Guitart, hija de una rica familia, conmociona al país y la policía tiene pronto una sospechosa: Enriqueta Martí, conocida como ‘La Vampira del Raval’. El periodista Sebastià Comas se adentrará en el laberinto de calles, burdeles y secretos del barrio del Raval, donde sabe que encontrará la verdad sobre las desapariciones y asesinatos macabros de niños de los que se acusa a la Vampira. Pronto descubrirá que allí se esconde una élite dispuesta a ocultar sus vicios a cualquier precio.(FilmAffinity)

La película suple una falta de fondos evidente, con una estética cuanto menos arriesgada en la que, aparte del juego con los claroscuros en blanco y negro combinado con colores llamativos para destacar determinados elementos, encontramos juegos de sombras y escenarios con decorados que recuerdan más a una obra de teatro que a una película, para realizar la ambientación de época. Todo lo anterior resulta en un impacto en el espectador que seguro sacará a muchos espectadores a los que no les gustarán estos métodos, pero por otro lado aporta una innegable personalidad a la cinta. Las actuaciones resultan bastante creíbles e inquietantes en ciertos casos, como es el caso de Nora Navas que interpreta a la apodada como vampira de Barcelona, y el ritmo, aunque pausado y con algún pequeño estancamiento en su segundo acto, resulta correcto.

La Vampira de Barcelona resulta en una propuesta original que toca el terror muy de pasada, pero que ofrece un thriller muy oscuro de época que merece la pena ser visto aunque solo sea por su original, y no para todo el mundo, puesta en escena.

Nota personal 7/10