Tercer largometraje del maestro del terror que nos ha regalado joyas como Pesadilla en Elm Street (1984) o Las Colinas Tienen Ojos (1977) entre muchas otras, en este caso protagonizada por la icónica Linda Blair, famosa por su papel como Regan, la niña poseída en El Exorcista (William Friedkin, 1973).

Una adolescente llamada Julia se traslada a vivir con la familia de una de sus primas, Raquel. Sin embargo, la unidad familiar empieza a resquebrajarse a partir de la llegada de la nueva huésped que muestra su lado más oscuro.

Este telefilm muestra desde su inicio un ritmo pausado, ya que desde los primeros momentos, la película nos mete en la trama principal de la cinta, y aún así, y en sus solo 100 minutos de metraje, Extraño Verano consigue en muchos momentos llegar a aburrir, esto debido en gran parte a que la cinta pretende crear una atmósfera malsana que consigue solo en ciertos momentos, y los hechos explícitos son muy pocos durante toda la pelicula. No obstante, esta correcta película, sin llegar a destacar en ningún aspecto, es un film que entretiene excepto algunos momentos en que su ritmo es demasiado cargante, además de la curiosidad extra de poder ver a la encasillada Linda Blair en un registro radicalmente opuesto al que vimos en El Exorcista.

Extraño Verano, la cual también es denominada bajo el excesivamente aclaratorio nombre de Las Dos Caras de Julia, es un film de Craven desconocido para la mayoría, y tampoco es, para nada, de sus mejores películas, pero queda en una película correcta que se deja ver pese a sus defectos.

Nota personal 5/10