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España España · A Coruña
Voto de Pablo:
6
Thriller. Intriga Camiel Borgman llama a la puerta de la casa de una familia burguesa que vive en una apacible zona residencial. ¿Quién es Borgman? ¿Un sueño, un demonio, una alegoría o la encarnación de nuestros miedos? (FILMAFFINITY)
30 de enero de 2014
15 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras ser premiada en Sitges por el jurado esta película ha conseguido algo mejor que un nuevo galardón en su paso por Cannes: popularidad. Y es que el regreso de Alex van Warmerdam a la gran pantalla no ha dejado indiferente a nadie entre la crítica europea (para bien o para mal) por lo que a continuación me gustaría exponer mis impresiones, que se han dejado pasear por esas dos caras opuestas de la opinión, para demostrar que yo no soy la excepción y también he tenido "mis más y mis menos" con dicho título.

Al comenzar conoces a los seres del bosque, en apariencia humanos, por los que sientes cierta simpatía al ver las condiciones en las que han de vivir, escapando de un pie dispuesto a aplastarlos. Pero a medida que avanzan los primeros minutos te das cuenta de que esos seres son en realidad bastante inteligentes y que podría haber un doble sentido en esa precipitada fuga de su hogar, haciéndote pensar quién es el depredador de la historia.

No me voy a meter en un mundo de fantasía, sino a intentar hablar con hechos reales de todo aquello que gira la mayor parte del tiempo en torno a lo surrealista. La primera parte nos da un inicio bastante prometedor, durante el cual uno se va enganchando y maravillando con lo que parece ser un juego digno sólo de la mente más retorcida e ingeniosa, que nos obliga a muchos a recordar al director Michael Haneke y su obra ‘Funny Games’ (1997), al menos brevemente hasta que el castillo de naipes empieza a temblar con la brisa de un sinsentido extremo y una serie de trampas que encadenan un “deus ex machina” tras otro, es como un juego de tensión constante en un ambiente de tranquilidad, algo contradictorio. Que sí, la cinta del director alemán tenía un momento cumbre en cuanto a resolver un punto del guión por necesidad, pero el resto parecía totalmente lógico y la tensión junto al odio creciente era mucho más palpable.

Esto no es culpa ni mucho menos del reparto, diría que los actores cumplen a la perfección con el cometido que tienen, y logran esa atmósfera tan característica durante todo el recorrido. En especial el trabajo de Jan Bijvoet me parece maravilloso, transmitiendo la parsimonia de Camiel sin ningún ápice de duda. Por lo que el fallo estaría en el guión mientras que el resto de la maquinaria funciona bien, es más, pese a mi calificación y crítica recomendaría esta película encarecidamente ya que merece ser estudiada y juzgada desde el lado subjetivo de cada uno.

Es en el segundo acto cuando podemos perder la esperanza o dejarnos llevar por el juego que nos plantea Van Warmerdam, o también optar por ambas cosas. Así nos podemos permitir no decepcionarnos mucho con un final previsible y que al mismo tiempo sabe a poco, y simplemente contemplar el ambiente mientras nos entretenemos con un mundo que parece extraído de la mente de Lewis Carroll.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Pablo
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