Sin duda que Gomorra no es una mala película, pero salí del cine algo decepcionado como pensando que esta historia se podía haber contado mejor, con menos confusión y con menos metraje, en algunos momentos se hace pesada y confieso que miré el reloj un par de veces.
La apuesta de Garrone es valiente y arriesgada, no debe ser fácil en Italia hacer una película denuncia sobre la camorra, y si no que se lo pregunten a Roberto Saviano, autor del libro en el que está basado el guión que está condenado a muerte por la mafia. El nos muestra la crueldad y la falta total de escrúpulos y principios de los mafiosos, el único objetivo es el dinero y para ello se hace lo que sea preciso, también nos habla de la lamentable vida de algunos barrios donde da la impresión de que nadie pueda vivir al margen, niños, adolescentes, mujeres, personas mayores, la mafia no respeta nada, su lenguaje es la extorsión y el terror.
Garrone no cae en el sentimentalismo fácil y hay que agradecérselo y aunque en la cinta hay violencia tampoco se regodea en ella ni es gratuita, lógicamente si estamos hablando de la camorra ha de haber violencia por que ella es violenta, por que es así como imponen sus leyes y consiguen sus propósitos. Es descorazonador ver como estas cosas suceden en nuestro tiempo y en un país que se supone civilizado y aún es mas espeluznante comprobar como es la condición humana, lo que podemos llegar a hacer a nuestros semejantes.
Dicho eso y reconociendo sus virtudes sigo pensando que la historia está desaprovechada, que se podía contar mejor y en menos tiempo, que le falta intensidad y que se hace pesada en algunos momentos y eso tratándose de una película que habla de dramas y tragedias cotidianas es un lastre muy grande.