No sé hasta qué punto esta versión extendida por el propio director presenta un cierto rigor histórico, o si todo esta exagerado, como si de una caricatura se tratara, la verdad es que lo ignoro, algo he leído de este personaje, no mucho, pero si lo suficiente para saber que era un paranoico embriagado de poder que hizo autenticas barbaridades, pero es cierto que por aquella época estos personajes no escaseaban y es que entre el poder absoluto y creerse un Dios solo hay una línea muy fina.
Desde luego la película es excesiva al máximo, nos presenta a un ser depravado y desequilibrado, incapacitado hasta para dirigir su propia vida, cuanto más para liderar un imperio, y muy en la línea de Fellini hace especial hincapié en sus gustos sexuales y en la incestuosa relación con su propia hermana, así como en las orgias que la elite de Roma se montaba para disfrute sin mesura, tanto en lo concerniente al sexo como a los banquetes o espectáculos, bastantes de ellos sangrientos, que esta gente se permitía.
No me gustaría pasar por mojigato o cursi pero en algunos momentos dudaba si lo que estaba visionando era quizás una película porno, ya que por lo explicito de muchos pasajes así lo parecía. Lo cierto es que desde el punto de vista del deleite visual me divertí bastante, pues los cuerpos que en ella aparecen son en su mayoría estupendos, pero asistí a ello un tanto extrañado, entiendo que se quiera dejar clara constancia de cómo los romanos se divertían, pero creo que se le dedica una parte del metraje excesiva.
Al margen de esto la película tampoco deja huella, si es verdad que algunos de los actores son muy buenos y eso siempre es de agradecer, pero tanto la manera de enfocar la época histórica como los personajes que rodeaban a los emperadores, o los emperadores mismos, creo que más que contar una realidad, se pretende alimentar la leyenda que sin duda ya tienen, buscando el lado más espectacular o llamativo, quien sabe si por dar la campanada o simplemente persiguiendo una mejor taquilla. Ambos motivos que sin duda pueden ser loables tienen muy poco que ver con el buen cine.