Tras muchos años de criticar a los adultos por ir al cine a ver películas de dibujos animados infantiles, me empujo a ver UP de Pixar por la curiosidad que me despierta las nuevas 3D y por las buenas críticas que ha recibido la película por parte de grandes firmas. Me doy cuenta de que durante estos años he estado en un error: Las películas de dibujos animados no son malas, son peores de lo que pensaba. La crítica está más comprada que nunca.

Para empezar, me es increíble observar como una sala de una película infantil está abarrotada de adultos, y muchos se rompen la mandíbula en estúpidos gags que ni a los niños hacen gracia.

La historia de UP parte de la clásica idea de realizar los sueños rotos antes de morir para convertirse en un cocktail soporífero de gracietas de un niño repelente y una serie de animales sin alma. Misma fórmula Disney que tan bien les funciona para desdicha los padres condescendientes con su prole. Padres del mundo: No es necesario acudir a la sala con los niños. No se sientan culpables de robarles la infancia. Comprénles el DVD y a correr que ya cuando sean adultos irán ellos solitos con incluso más ganas que ahora.

De momento parece que las 3D no es razón suficiente para volver a las salas de cine. Las gafas de color verdoso quitan todo el brillo de los colores de la pantalla y lo tridimiensional no da suficiente sensación de inmersión en la acción. Está aún un poco verde, valga la metáfora.

Espero con impaciencia la llegada de Avatar de James Cameron con la que dicen una técnica tridimensional revolucionaria ;)