No doy crédito a que este serión tenga una puntuación tan baja.

Que sí que ya lo sabemos todos que no es creíble que en nuestros colegios no hubo nunca un secuestro con rehenes, ni había una niña que vino de la guerra de Bosnia, ni un alumno desafió a la guardia civil escapando en una persecución en moto (saliendo disparado con la frase que da título a esta crítica), ni nadie casi murió ahogado en el viaje de fin de curso, ni había un chico bulímico, ni una alumna se obsesionó románticamente con un profesor, ni ese profesor tenía una mujer en el psiquiátrico que cuando salió casi mata a su hija, ni una chica se hizo adicta a las pastillas, ni esa misma chica fue madre adolescente, ni se hacían fiestas en chalets que parecían la casa de la madre de Stiffler, ...

Maldita sea ya lo sé!!! Ya lo sé, efectivamente, entendéis ahora por qué jamás nadie quiso hacer una serie sobre vuestros patéticos colegios??? Sencillamente porque eran un soberano coñazo, porque todos los días eran iguales, y principalmente porque no pasaban cosas estrafalarias, divertidas, absurdas y en muchos casos de pura vergüenza ajena