Sin una historia demasiado entretenida y bastante enrevesada, Digimon Adventure Tri hace que vuelvas a sentir algunas de las sensaciones de aquella infancia en la que llegabas a toda prisa al salir de clase para poder ver a tiempo las maravillosas aventuras de aquellos niños. Esos niños al igual que yo, ya se han convertido en adolescentes que piensan y actúan de una forma diferente acorde a su edad. Sin ninguna duda, el poder ver esa evolución en los personajes y como eso afecta a la relación que existe entre ellos, es lo mejor y más bonito que para mi ofrece esta secuela. Una aventura que, aunque sería mejor contada de otra manera, sin duda merece la pena vivir. Oh my love!