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España España · Madrid
Voto de Daniel:
9
Western. Drama William Bonney era conocido por todos como "Billy el Niño". Estando encarcelado en Lincoln, después de ser condenado a morir en la horca, llega a sus manos un colt 44, con el que intimida a los guardianes y consigue huir a México. El sheriff Pat Garrett, que en otros tiempos cabalgó junto a él, será el encargado de darle caza. (FILMAFFINITY)
6 de septiembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Espléndidos actores principales y secundarios. Épica, leyenda, lirismo y atmósfera en Nuevo Méjico, a lo que contribuyen esas baladas de Dylan... De fondo hay un bello y duro western crepuscular sobre el paso del tiempo, el cambio de épocas que obliga a tomar graves decisiones: unos personajes permanecen en su anacronismo sin futuro mientras otros se reciclan a costa de enfrentarse a los que fueron sus amigos.

Sin embargo, parece que fue un rodaje tortuoso, con control especialmente asfixiante de los productores, y que el director nunca estuvo de acuerdo con el montaje definitivo que se le dio al film. Ya nunca conoceremos el que él hubiera hecho. Parece ser que el montaje de 2005 es el más aproximado a lo que el director quería. Hay personajes y escenas que parece que quedan como sueltos, desprendidos de algo más extenso; por ejemplo, los personajes de Emilio Fernández, de Jack Elam, de Slim Pickens y de Katy Jurado…

La escena más bella de la película es el final de la del tiroteo donde es alcanzado el sheriff Baker. Con "Llamando a la puerta del cielo” de Dylan oyéndose atenuada de fondo, está filmada en la "hora mágica", esos minutos en que se acaba de poner el sol pero todavía hay luz para filmar, y la luz más bonita del día. Puede parecer que, para llegar ahí, los personajes de Slim Pickens (Sheriff Baker) y de Katy Jurado (“Mama”) tenían que haberse desarrollado más, porque sólo aparecen en esa escena y en la inmediatamente anterior donde, con sólo su presencia y apenas cuatro líneas de diálogo, ha quedado esbozado el sheriff Baker como alguien honesto y harto de los pistoleros, pero también de los grandes ganaderos y políticos locales; su único sueño es largarse de ahí. Y viene la escena comentada, donde un tiro en el hígado es lo que consigue. El final de la escena se queda en el recuerdo para siempre con sólo haberla visto una vez: el tiroteo ha terminado y el sheriff camina tambaleante con una mano en la sangrienta herida hasta sentarse mirando el riachuelo y las colinas del horizonte; “…se está haciendo oscuro, demasiado oscuro para ver…” canta Dylan, y Katy Jurado le contempla impotente y desconsolada desde unos metros atrás, sin poder hablar. El sheriff la mira y vuelve la vista al ocaso del día, que va a coincidir, casi exactamente, con el de su vida. Para muchos, esta es una de las grandes escenas de la historia del cine, y no se puede explicar porqué.

Y es que, pensándolo bien, la forma del film queda así mejor. Quedan bien sugeridas todas las andanzas y relaciones de Garrett y Billy con todos los demás personajes sin necesidad de dedicar más metraje a ello. Todo el pasado está "en off", sugerido, sin mostrarse, y eso forma parte de la originalidad, la magia y el extraño encanto intemporal de esta gran película. (Daniel Nieto Ureña)
Daniel
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