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Voto de Joan Ramirez:
5
Intriga. Drama Jack (George Clooney) es un mercenario solitario, un asesino a sueldo con un gran talento para el crimen. Sin embargo, tras un problema al ejecutar un trabajo en Suecia, se refugia en un pueblecito italiano, donde decide realizar una última misión por encargo de una mujer: la fabricación de un arma. Su intención es retirarse después. Mientras la fabrica, traba amistad con el cura del pueblo (Paolo Bonacelli) y comienza a intimar con ... [+]
22 de octubre de 2011
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
George Clooney es una estrella de cine como las de antes, un Cary Grant moderno. Y es buen actor… por si hacía falta recordarlo. Cuando tienes algo así de bueno lo has de arropar y esta película anda coja en algunos aspectos.

Se echa en falta un personaje que le dé la réplica al americano con un poco de dignidad. La mayor parte del tiempo dejan al pobre de George tan solo como en los anuncios de Nespresso… en esta ocasión anunciando, por si alguien no se había dado cuenta, el reloj Omega Speedmaster (que mola un montón y cuesta un congo) y las gafas de sol Police. Hay tomas dedicadas expresamente al reloj. Es un poco vergonzoso… ¿no les parece?

En “Le Mans”, Steve McQueen luce un Tag Heuer modelo “Mónaco”, con cronógrafo. ¿El motivo? Yo diría que porque le salió de sus deportivos huevos: fueron sus herederos los que le vendieron como incono de la marca. Ergo: descubrir pequeños detalles en los que uno puede estar particularmente interesado puede ser un aliciente más para un friki como usted o como yo (con perdón), pero más allá de esto, no me parece aceptable el recochineo publicitario en lo que se supone debería ser un arte.

Volviendo a la película en sí, retomo la idea de que el conjunto está mal lastrado. Si, como digo, a Clooney le falta un contrapunto, el guión pide a gritos alguna vuelta de tuerca más que le dé un poco de profundidad y aleje la cinta de un mero ejercicio de contemplación: George con su peluco, George conduciendo, George haciendo de artesano, George haciendo gimnasia, George fornicando, George yendo de aquí para allá…

Con todo, la fotografía es buena, cuidada, y la banda sonora no desmerece en absoluto. Pero la direrección no supo apostar en una clara dirección y, acabada la proyección, uno no sabe exactamente qué ha visto... más allá de una película que se lo toma con bastante calma. En este sentido, hay que destacar el pequeño homenaje de Anton Corbin a Sergio Leone, colando unos fotogramas de “Hasta que llegó su hora” en una escena. Mi escritora favorita de críticas en Filmaffinity ya se desesperó en su momento con la parsimonia de esta otra película.

No… si al final los de Omega tendrán razón… ¡¡Speed, speed…Speedmaster!!
Joan Ramirez
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