Claramente influenciados por el inmenso cariño que generó la original de unos años antes, esta secuela no es criticada lo suficiente porque la verdad es que "se les va la olla" y todos los personajes terminan en una aventura sin parar que nunca termina de generar tensión y que se pasa de ridícula constantemente.

Además, los estelares Allen y Hanks ahora comparten escena con nuevos personajes (o más con los de reparto de la anterior) pero separados uno del otro. Los viejos muestran que no estaban para un rol mayor y los nuevos son insoportables. Además, el corazón de la historia, su drama, no termina de estar bien planteado por lo que no genera tensión real. Las potenciales consecuencias tampoco parecen tan fulminantes como en la primera, por lo que se termina utilizando un flojísimo twist en el tercer acto simplemente para forzar una aventura final y cierre de la película.

Por último, las canciones son incluso peores que las malas de la primera, y se incorpora en mucha cantidad un humor meta que no le pega a la saga y parece más bien un facilismo para reemplazar la inventiva perdida. Mala y cansina.